Los primeros móviles equipados con estas baterías llegaran durante el próximo
año e impulsaran las prestaciones que ofrecen los terminales 3G, como
videoconferencia e Internet móvil, que son criticados por sus usuarios por la
corta autonomía que ofrecen. "Si todo funciona como esta previsto,
tendremos el primer modelo durante el próximo año", dijo Keiji Tachikaw,
presidente de la operadora, a un grupo de periodistas.
Con 40 millones de su servicio iMode (PDC, telefonía de segunda generación) ya
apenas 480.000 de 3G, existen dudas sobre la aceptación de las ventajas de la
tercera generación entre los abonados japoneses. Sin embargo, el directivo
apostó por la convivencia de ambas modalidades y un creciente,
aunque lento interés hacía la 3G. "PDC y FOMA van a coexistir durante los
próximos diez años como mínimo", dijo.
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