Agencias - Los cambios en los formatos, servidores, las
políticas institucionales y los problemas con el espacio de memoria suponen que
información valiosa podría desaparecer.
"Lo más serio es la potencial pérdida de registros que tienen un inmenso valor
histórico", defiende Errol Friedberg de la Escuela Médica de la
Universidad Sudoccidental de Texas, en Dallas.
A diferencia de anteriores documentos históricos que fueron grabados en piedra,
escritos en pergaminos o impresos en papel y mantenidos en lugar seguro, el
preservar comunicaciones electrónicas representa problemas.
"Es nada menos que aterrorizante el contemplar la magnitud del problema de
registros perdidos después que los aparatos de almacenamiento electrónico del
ayer se hagan incompatibles con las aplicaciones de software de hoy",
dijeron Friedberg y sus colegas en una carta publicada en la revista científica
Nature.
Los científicos temen que el problema aumente, luego que se pronostica que el
tráfico de correo electrónico diario crecerá de 9.700 millones de piezas en el
2000 a más de 35.000 millones en el 2005.
Pocos correos electrónicos se convierten en copias físicas.
"La pluma podría ser más poderosa que la espada, pero un simple clic del
ratón de computadora puede destruir productos de valor inestimable",
advirtió Friedberg.