Las aerolíneas de red que vuelan en España han reducido las
tarifas en clase turista una media del orden del 30% cara al verano, según
estimaciones de las agencias de viajes y de las propias compañías. El motivo de
esta reducción se encuentra en la aplicación de los planes que las grandes
compañías aéreas han puesto en marcha para hacer frente a las operadoras de
vuelos baratos.
Las principales compañías de este segmento del negocio -Easy Jet, Ryan Air,
Deutsche BA, Go o Virgin- han reforzado su presencia en las rutas vacacionales y
troncales (las que tienen origen o destino en Madrid y Barcelona) del mercado
español, donde el 75% de los pasajeros viaja en clase turista.
Ante esta situación, las principales aerolíneas de red presentes en España han
llevado a cabo una profunda reforma de las condiciones que tradicionalmente se
imponían a las tarifas más baratas. Así, todas ellas han liberado al pasajero de
clase turista de la obligación de comprar billetes de ida y vuelta con varias
semanas de antelación, con la obligación de pernoctar un sábado en destino y sin
posibilidad de cambios, una vez confirmada la reserva. No obstante, la
unanimidad de las medidas adoptadas para frenar la competencia de los vuelos
baratos se rompe con las reformas que algunas compañías han comenzado plantear
en los servicios que se ofrecen a bordo a los pasajeros con billetes más
económicos, y que afectan fundamentalmente al reparto de prensa y a los
servicios de comida.
Por ejemplo, Air Europa prestará a partir del próximo día 1 de julio un novedoso
servicio de comidas en vuelo, denominado Gustoplus, previo pago de su importe.
El viajero de clase turista podrá elegir entre varios menús y también optar por
el desayuno.
Iberia, por su parte, ultima el desarrollo de un sistema que permitirá al
pasajero, en el momento de concertar la reserva del billete en clase turista,
decidir si quiere recibir el periódico y el almuerzo a bordo. Si prescinde de
alguno de estos dos servicios, la tarifa que se le aplicará será menor.
Las compañías que han modificado las atenciones que prestan en vuelo a sus
pasajeros más económicos aseguran que no se trata de degradar el servicio para
reducir costes, sino de adaptarse a los requerimientos e intereses del usuario,
personalizando el servicio.