Nueva York continúa con su cruzada particular contra el
tabaco. Desde ayer está prohibido en este Estado norteamericano la adquisición
de cigarrillos por Internet. Las autoridades neoyorquinas han justificado la
medida tanto en la evasión fiscal como en el hecho de que la venta por Internet
facilita que los menores de edad compren tabaco.
Según datos de la organización para la Aplicación Justa de las Tasas sobre
Cigarrillos (FACT, por sus siglas en inglés), partidaria de la prohibición, el
Estado de Nueva York dejó de ingresar 895 millones de dólares en 2002 por este
concepto.
Una cajetilla de Marlboro o Winston cuesta en la ciudad de Nueva York una media
de siete dólares, la mitad de ellos correspondientes a impuestos, mientras que
en algunos sitios de Internet viene a valer unos 3 dólares.
La medida llega dos meses y medio después de que entrase en vigor la polémica
ley, promovida por el alcalde de Nueva York, el ex fumador Michael Bloomberg,
que prohíbe fumar en todos los bares y discotecas. Los bares eran el último
reducto público de los fumadores en la ciudad tras su exclusión de restaurantes,
oficinas y transportes públicos.