La Universidad inició una investigación interna y descubrió
que un hacker había invadido el sistema y que lo estaba utilizando para llegar a
la agencia americana y otros servidores a través de un programa instalado el 21
de abril.
Por si eso no fuera poco, se divirtió mandando mensajes a estudiantes,
avisándoles sobre suspensión de clases y otras informaciones por el estilo.
Aunque el ataque no llego a mayores, la Universidad reconoce hasta donde llego
el hacker y si pudo hacerse o no con datos privados de los los 20.000 alumnos y
empleados del centro.