Agencias - Sin embargo, en lugar de protestas airadas,
la observación ha provocado una introspección entre los intelectuales franceses,
quienes no sólo reconocen la supremacía del inglés como "la lengua híbrida"
mundial sino que temen que el francés esté desapareciendo de la escena
internacional.
Para una nación que en el pasado proclamó su idioma como el lenguaje del amor,
la diplomacia mundial y de los derechos humanos, esto sería una mala noticia.
"Lo que está en juego es la supervivencia de nuestra cultura. Es una
cuestión de vida o muerte", dijo Jacques Viot, director de la Alianza
Francesa, durante un debate público en París.
La Alianza Francesa es la agencia que promueve la lengua y la cultura de Francia
por el mundo.
Los informes sobre la desaparición inminente del francés son, de hecho,
exagerados, pero lo cierto es que las décadas recientes no han sido benévolas
con la lengua gala.
Aunque el francés y el inglés son los únicos idiomas mundiales que tienen raíces
sólidas en cinco continentes, el poder económico y político de Estados Unidos ha
impulsado al inglés al nivel superior, como el idioma más prestigioso para
aprenderlo como segunda lengua.
Con 80 millones de francófonos, el francés ocupa el undécimo lugar en la lista
de los idiomas más hablados en el mundo. Pero si se tienen en cuenta los 180
millones de personas que lo hablan como segunda lengua, entonces ocupa el noveno
lugar.
En conjunto, unos 250 millones de personas tienen al menos nociones del francés.
Como contraste, el inglés constituye la lengua materna de unas 375 millones de
personas y el segundo idioma de una cifra similar en la población mundial.
Según datos del gobierno británico, un cuarto de la población mundial puede
comunicarse en inglés con bastante fluidez.
EL INGLES EN EUROPA
El inglés ha sido durante mucho tiempo el idioma internacional utilizado en el
comercio y los negocios. Esto ha sido reforzado por el hecho de que alrededor
del 80 por ciento de los textos en Internet aparecen en la lengua de Shakespeare.
Incluso en organismos multiculturales, como las Naciones Unidas, donde el
francés es uno de los idiomas oficiales, los diplomáticos franceses han visto
una disminución inexorable del uso de su lengua tanto en negociaciones formales
como informales
La situación no es mejor en los confines de Europa.
A quienes hacen clic sobre el símbolo francés en la página de Internet del Banco
Central Europeo, con sede en Francfort, Alemania, se les advierte que el grueso
de la información aparece en inglés y que si desean leer textos en francés deben
entrar en el cibersitio del Banco de Francia.
Reuniones que se han celebrado recientemente en Bruselas para conformar un
borrador de la nueva constitución de la Unión Europea (UE) han destacado los
problemas que tendrá que encarar el francés en el futuro, pues casi todas las
naciones de Europa del Este que ingresarán en la UE en el 2004 favorecen el uso
del inglés como el idioma de las negociaciones.
Se calcula que la participación de estos nuevos Estados en las reuniones de la
UE requerirá de los servicios de un gran número de interpretes para cubrir unas
420 combinaciones de 20 ó 21 idiomas. El temor de los franceses es que llegue el
momento en que todos prefieran usar el inglés como idioma oficial.
De alguna manera este fenómeno ya está ocurriendo en algunas negociaciones de la
Unión Europea. Por ejemplo, los militares franceses que integran la misión de la
UE para el mantenimiento de la paz en la República Democrática del Congo no han
objetado el uso del inglés como el idioma de trabajo en su cuartel general en
París.
Incluso dentro de su territorio, el francés ha sido atacado durante años por el
"franglés", que consiste en términos importados del inglés que muchos franceses
prefieren usar en lugar de las palabras "hechas en casa" para referirse a
determinados conceptos o avances tecnológicos.
La capacidad del inglés para formar palabras compuestas o frases parece
adaptarse perfectamente a ciertos conceptos. En el mundo de los negocios, por
ejemplo, es más fácil hablar del "cash-flow" que del "flujo de efectivo".
Después de amenazar en 1994 con encarcelar a cualquiera que usara expresiones
como "el weekend" o "el parking" en comerciales o en los medios de comunicación,
Francia parece haber renunciado a su batalla contra la plaga del "franglés".
"CNN A LA FRANCESA"
Sin embargo, Francia sigue esforzándose por mantener la presencia de su idioma
en la escena mundial.
Pocos países tienen una institución de cuatro siglos como la Academia de la
Lengua Francesa, cuyo objetivo principal es actuar como un órgano de vigilancia
lingüística, aprobando lo que considera como buen francés y eliminando los
vicios del lenguaje.
Asimismo, muy pocas naciones están tan empeñadas en propagar su cultura como
Francia a través de su cine, literatura, música y teatro.
"Tenemos muchos medios para proteger nuestro idioma", dijo Bernard
Cerquiglini, director de la división del Ministerio de Cultura de Francia
encargada de promocionar el francés.
"Pero el idioma es historia viva. Refleja el balance de poderes", añadió,
reconociendo que en la actualidad la balanza no se inclina a favor del francés.
En ningún momento la supremacía del inglés fue más evidente para los líderes
franceses que durante la guerra contra Irak liderada por Estados Unidos.
Las informaciones de las cadenas de televisión CNN y BBC World fueron los que
con sus artículos en inglés y sus fotos ayudaron a forjar el panorama mundial de
la guerra.
Pero Francia ha pedido a sus empresas de comunicaciones que presenten propuestas
para un canal mundial de televisión en francés. El presidente Jacques Chirac
sugirió la idea de una "CNN a la francesa" para asegurar que la voz de los galos
siga escuchándose en el mundo.
"El idioma es más que una forma de hablar", dijo Jean-Marie Cavada,
presidente de la emisora estatal Radio Francia. "Es un arma, una herramienta
indispensable para cualquier gran nación", sostuvo.