Agencias - Desde que un 25 de julio de 1977 Louise Brown fue engendrada en el exterior de la matriz de su
madre y dentro de un tubo de ensayo, se estima que un millón de niños de todo
el mundo han nacido mediante ese mismo método.
Antes de que naciera Louise Brown, en la localidad de Oldham, en Lancashire
(norte de Inglaterra), las esperanzas para las parejas que no podían tener
hijos eran muy pocas.
Actualmente, la fertilización in vitro es un tratamiento rutinario en los
hospitales que garantiza el 75 por ciento de éxito en los pacientes que lo
soliciten.
Allan Templeton, profesor honorífico del Colegio Real de Tocólogos y
Ginecólogos de Londres, dijo hoy que "en estos momentos los médicos pueden
cambiar realmente la vida de las personas".
La celebración del cumpleaños de Louise Brown tuvo lugar el pasado sábado
viernes en la
clínica "Bourn Hall" de Cambridge (sur de Inglaterra), fundada en 1980 por el
equipo de médicos que permitió el nacimiento de Louise Brown.
Uno de los doctores pioneros de la fertilización in vitro, el profesor Robert
Edwards, fisiólogo de la Universidad de Cambridge, estuvo presente en la fiesta junto a Louise y su prometido, Wesley Mullinder, de 33 años.
Fueron acompañados, además, por más de tres mil invitados, entre ellos mil niños y
jóvenes que nacieron gracias a este sistema de fecundación.
Louise, que trabaja como cartera en Bristol (suroeste de Inglaterra), comentó,
durante una entrevista concedida a los medios cuando cumplió 20 años, que se
sentía "especial" por la forma en que fue concebida.
"Cuando tenía diez años solía pensar en ello, pero ahora, después de que
tantos niños hayan nacido de la misma forma, ya no", afirmó entonces.
En 1975, gracias a las investigaciones de los doctores Edwards y Patrick
Steptoe, ginecólogo en el hospital Royal Oldham de Manchester (norte de
Inglaterra), fue posible implantar el primer embrión humano dentro de la
trompa de falopio a una mujer, pero el embarazo no llegó a término.
Dos años más tarde, los médicos extrajeron un óvulo de la madre de Louise
Brown, lo fecundaron en el exterior con espermatozoides del padre y lo
devolvieron al útero de la mujer, donde el embrión nació de forma
satisfactoria.
La concepción de Louise "fue uno de los momentos más importantes para la
ciencia de todo el siglo XX", según Allan Templeton.