El proyecto fue presentada por el asistente de la secretaria de servicios de
pasaportes, Frank Moss, durante la Conferencia de la "Smart Card Alliance",
anunciando que el sistema utilizada sería el de la biometría facial
Cada documento incluirá un pequeño chip que almacenará en su memoria de 32
kbytes la biometria facial de la persona. Entre los obstáculos que puede
encontrarse en su implantación sería la aprobación de los países participantes
en la Asociación Civil de la Aviación, además de los recursos económicos que
significaría su implantación.
Además la iniciativa estadounidense aunque semejante en concepto a distintos
proyectos que están estudiando los países europeos, estos apuestan más por la
impresión digital y de retina.