Agencias - La escena no es imaginaria, ni mucho menos. Fue lo que le ocurrió en Washington a Ann Thorner, una enfermera y madre de dos hijos. Su hijo de nueve años se había abierto paso por Google a sitios de pornografía dura, y estaba navegando alegremente por allí cuando lo sorprendió su madre.

"Temía que esto ocurriera", dice Thorner. "Pero no sé suficientemente de computación como para instalar programas de seguridad, y ni siquiera sé dónde comenzar a buscarlos."

A esto se agrega que, como muchas otras madres, Ann Thorner había oído malas historias acerca de programas llamados "de seguridad", que habían acabado por trastornar completamente la configuración de la computadora en que habían sido instalados.

"Mi esposo dijo haber instalado algo así como ciberseguridad en su PC y que, a consecuencias de ello, había tenido que reinstalar tres veces el sistema operativo", cuenta.

Otros temen que los programas de filtrado no sean suficientemente efectivos para proteger a sus hijos.

"Los filtros no son perfectos", afirma Caroline Richardson, médico de familia en la Universidad de Michigan, investigadora de un estudio acerca de software de filtrado publicado por la Kaiser Family Foundation, una organización estadounidense de protección familiar.

Los padres, dice Richardson, tienen que adoptar un papel activo para controlar lo que sus hijos ven y educarlos en cuestiones que ellos consideran importantes.

Los más importantes

Cyberpatrol

El sitio CyberPatrol (www.cyberpatrol.com) existe ya desde hace algún tiempo y está bien asentado. En la actualidad, en su versión número 6, CyberPatrol está entre los tres principales programas de bloqueo de pornografía de las revistas técnicas.

A su efectividad ya reconocida, une su facilidad de uso en un  ordenador cuyo uso sea compartido por varios miembros de la familia. Su único lado negativo, si así puede ser considerado, es que tiene tantas opciones que puede llegar a confundir.

Cybersitter

Cybersitter (www.cybersitter.com) es otro viejo programa que viene de los primeros días de las aplicaciones de filtrado de Internet.

Ofrece tres actualizaciones al  adquirir el producto lo que significa una  ventaja para el usuario, ya que las herramientas de filtrado, como los antivirus, deben ser reactualizados por lo menos una vez al año.

Respecto a Cybersitter, algunas quejas apuntan a que también puede confundir a al usuario. Hay quienes se han quejado de que no es siempre claro si Cybersitter ha bloqueado un sitio dudoso o si se trata de un problema técnico.

SurfWatch

Aunque no tiene el reconocimiento de otros bloqueadores, SurfWatch (www.surfwatch.com) se ha ganado el prestigio de bloquear sitios potencialmente ofensivos. El programa detecta sitios de sexualidad explícita, pese a que por el contrario es menos  riguroso cuando se trata de bloquear sitios Web violentos  o  que infundan  odio racial.

¿Son necesarios?

El uso de este tipo de herramientas siempre han cosechado todo tipo de opiniones favorables y contrarias. Por una parte evitan el acceso a ciertos lugares no apropiados para los menores, pero en su lado negativo dejan fuera de la red, como han demostrado ciertos estudios, a miles de lugares de carácter educativo, científico y sanitario.

Así, cuando buscamos temas relacionados con el aborto, es posible acceder a lugares con imágenes escabrosas que incitan al odio y la violencia contra quienes lo han practicado mientras es difícil conocer aquellos que puedan favorecer su uso en determinadas circunstancias.

Por otra parte, también se insiste que suelen ser más comprensivos cuando se trata de sitios violentos que propagan ideologías derechistas.

El motivo, tras este tipo de herramientas suelen encontrarse todo tipo de motivaciones ideológicas y religiosas que marcan lo que es bueno o malo desde su propia  perspectiva moral.

Pese a sus defectos, sin embargo, los programas de filtrado deberían ser una instalación obligada en todos  los ordenadores con conexión a Internet usada por los niños, opinan expertos, aunque en definitiva esta es una opción totalmente  personal y que nadie puede ni debe imponer.