La nueva ley aprobada la pasada semana deja en situación de
monopolio la prestación de servicios de cable por parte de las operadoras que
en su momento obtuvieron las licencias para cubrir las zonas asignadas.
Aunque curiosamente la nota oficial del Ministerio de Ciencia
y Tecnología, dice textualmente bajo el apartado de "Liberalización de los
servicios difusión de cable" que con esta ley
"se pretende abrir a la libre competencia la prestación de los
servicios de difusión por cable", la realidad es que "la
liberalización no será plenamente efectiva hasta el año 2010, dado que se ha
decidido otorgar un plazo a los operadores que se presentaron a los concursos
para que puedan amortizar sus inversiones".
Además, dice el Ministerio que "la prestación del servicio de cable
requerirá de previa autorización administrativa, que otorgará la CMT o los
órganos competentes de las Comunidades Autónomas, según el ámbito territorial
de actuación del operador del servicio".
En pocas palabras que mientras se "abre" el mercado de las
telecomunicaciones "analizándose periódicamente por la CMT los diversos
mercados de telecomunicaciones, a fin de detectar los sectores en que no
exista una competencia efectiva" y obligando, a la vez, a que el operador
dominante "ponga su red pública a disposición de otros operadores en
condiciones de transparencia, no-discriminación y control de precios", los
Operadores de Cable estarán exentos de todas estas medidas sin la obligación
de compartir sus redes con ninguna empresa competidora.
Esta situación de privilegio ya existía hasta la fecha y en
principio estaba destinada a favorecer las inversiones que habían realizado
las operadoras de cable en la extensión de su propia red, sin embargo ampliar
el plazo hasta el 2010, significa otorgar un monopolio sobre su actividad de
la que solamente se beneficiaran las propias compañías y no los usuarios al no
existir otros operadores de cable con servicios similares.