En algunos países europeos (como en Finlandia o en el Reino
Unido) los consumidores pagan una tasa especial cuando adquieren un aparato de
TV o bien directamente un impuesto anual para subvencionar la TV pública.
Estos impuestos cubren la presencia de aparatos televisivos en
el hogar pero no aquellos dispositivos portátiles que permiten ver la tele en
cualquier lugar, principalmente por que no existian.
Pues bien, el anuncio del nuevo terminal de Nokia, el 7700,
ha levantado ya las ansias recaudatorias de algunos gobiernos que ven en este,
una nueva fuente de ingresos.
El primer país en plantear la cuestión ha sido Finlandia,
sede de Nokia.
En este país, el sólo hecho de poseer un aparto de
televisión obliga a pagar una tasa, que actualmente
cuesta 165 euros al año. y que cubre todos los aparatos
de televisión que pueda haber en un hogar. Lamentablemente para
Nokia, este terminal no tiene la categoría de doméstico por lo que no estaría
incluido en el dinero que el consumidor ya puede venir pagando por disfrutar de
la tele en su casa.
Así el el representante del Organismo de
control de las comunicaciones finlandesas (FICORA, en inglés),
ya lo dejo bien claro, ayer:
"Si se puede usar como televisión, es un aparato de televisión",
añadiendo que este nuevo terminal
deberá pagar una tasa especial.
Un problema para Nokia que podría encontrarse con problemas
semejantes en aquellos países europeos en los que desee comercializar el
terminal, deberiendo incrementar con ese impuesto el precio, ya de por si
elevado del móvil.
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