La nueva compañía tendrá una capitalización de 17,6 millones de dólares y
Casio será la accionista mayoritaria con un 51% de participación. Además, ambas
empresas continuaran vendiendo los terminales bajo sus propias marcas.
La fusión de ambos fabricantes se produce en un momento que el mercado local
japonés parece haber entrado en un clima de saturación y a la vez con un
incremento en los gastos de fabricación y desarrollo, al exigir los usuarios
nuevos terminales con mayores prestaciones y opciones multimedia. Casio e
Hitachi esperan que la nueva empresa conjunta reduzca significativamente
los gastos en ese terreno.
Además, el asalto a los mercados exteriores se contempla como una buena opción
destacando los resultados que ya están obteniendo en estos fabricantes
orientales como Samsung o LG, ambas coreanas. En los primeros años de la
telefonía móvil, fabricantes japoneses: Nec, Panasonic, Mitsubishi, etc...
llegaron a significar una dura competencia para Motorola, el líder, en ese
momento del mercado. El empuje de un mercado local con un crecimiento muy
superior al de otras zonas geográficas llevo a fabricantes nipones a una
presencia residual en esos lugares, a los que ahora desean volver con fuerza y
la experiencia de su posición de liderazgo en la economía que cuenta con mayor
número de teléfonos móviles de altas prestaciones, junto con Corea. |