Agencias - A la ceremonia de comienzo de las
transmisiones asistieron el primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, y el
responsable de Telecomunicaciones, Taro Aso, además de personalidades del mundo
televisivo local.
Koizumi calificó el nuevo sistema de una televisión "no
sólo para ver, sino también para usar", en referencia a la capacidad de
sistema digital terrestre de conectar con Internet y de permitir la
participación del televidente en programas interactivos.
En la primera etapa, las emisiones digitales terrestres
cubrirán sólo la zona de Tokio, además de Osaka y Nagoya, dos ciudades al oeste,
para un mercado potencial de doce millones de hogares.
El visionado de las emisiones digitales terrestres exige
aparatos digitales y antenas especiales o adaptadores para los aparatos
convencionales, según las fuentes.
Actualmente, sólo 300 mil hogares, o el 0,62% del total de
familias japonesas, han comprado aparatos de televisión aptos para el nuevo
sistema.
Los aparatos de televisión digital de rayos catódicos cuestan
200 mil yenes (unos mil 800 dólares), mientras que los de plasma llegan a los
700 mil yenes (seis mil 300 dólares).
Además del alto coste, algunos expertos destacan la poca
información que existe entre el público sobre el nuevo sistema como uno de los
factores que puede ralentizar su expansión.
Una encuesta reciente de la agencia de publicidad Dentsu reveló que el 40% de
los televidentes japoneses ignora en qué consiste el nuevo sistema.
Según cifras oficiales, la demanda de aparatos y la inversión
para instaurar el nuevo sistema televisivo generará en los siguientes diez años
unos 40 billones de yenes (unos 363 mil 600 millones de dólares), o el
equivalente al ocho por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de Japón.
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