Se trata de un joven de 25 años, Raúl J.B., sin antecedentes policiales, en cuyo domicilio la policía intervino un ordenador y varios discos compactos que contenían el código binario del juego "Dark age of Camelot", uno de los más populares de internet que en Europa explota la compañía Wanadoo-Francia.

Según la Delegación del Gobierno, el hacker logró introducirse en la red interna encargada de la administración del juego al lograr el control de una cuenta de "Game master", cuenta con poderes de administración. Tras acceder a la plataforma de explotación del juego, descargó el código binario, afectando a su normal funcionamiento, accedió a las bases de datos de usuarios y creó cuentas para nuevos jugadores de forma gratuita, en unas ocasiones, y utilizado tarjetas de crédito ajenas, en otras.

La investigación continúa abierta, ya que, según la Delegación, del estudio del material intervenido parece desprenderse que el detenido forma parte de un grupo de hackers que habrían colaborado en este ataque e incluso compartido los beneficios del mismo, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

En agosto pasado, un hacker accedió a la plataforma de administración del juego que, en un primer momento, pareció conformarse con otorgarse privilegios de administración e incluir como usuarios a amigos suyos sin pagar cuota alguna. Para poder jugar legalmente, cualquier usuario tiene que comprar un CD-Rom y un bono mensual, tras lo que la empresa propietaria de los derechos de explotación le facilita un nombre de usuario y un "password" o contraseña con la que poder acceder al servicio.

Los equipos de seguridad informática de Wanadoo-Francia, uno de los proveedores más importantes de Europa, empezaron a comprobar sus sistemas y descubrieron que uno de los accesos el hacker se había descargado el código fuente completo del juego. La empresa puso en conocimiento de la policía francesa estos hechos y se iniciaron las investigaciones, que hicieron sospechar que los accesos pudieron haberse producido desde España. A través de Interpol, la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial tuvo conocimiento de los hechos.

En noviembre, se desplazaron a España técnicos de Wanadoo-Francia que, con el apoyo técnico y jurídico de Wanadoo-España y de funcionarios de la Brigada de Investigación Tecnológica, lograron centrar el origen de las intrusiones en Badajoz, donde el hacker seguía con sus ataques, cada vez "más osados", a la plataforma del juego.

Para evitar nuevos quebrantos económicos, que la compañía propietaria de los derechos estima en millones de euros, y mayores daños a la imagen de la empresa, se precipitó la operación policial que se saldó con la detención de Raúl J.B. en su domicilio. Los ataques del hacker, según la Delegación del Gobierno, han puesto en peligro los empleos de más de 60 personas en Francia, encargadas exclusivamente del mantenimiento y administración del juego.