Agencias - Aitor Solozabal puso en marcha en julio la web de
la granja que dirige en la localidad de Elorrio en la dirección "www.granjafamiliar.com"
y, desde entonces, la página ha recibido 31.000 visitas, según informó EFE.
Su dirección ha sido incluida en portales de países como
Francia, Japón y Estados Unidos, donde figura entre las recomendadas por la web
oficial del departamento de Educación del Estado de Georgia.
En su finca de 27 hectáreas, cinco cámaras captan las 24 horas del día el
comportamiento de su medio centenar de vacas de la raza 'blonde' de Aquitania,
sus 120 cerdos y sus gallinas.
Los animales pueden ser observados permanentemente tanto en el prado como en el
interior de las cuadras de esta granja, situada a las afueras de Elorrio, donde
los ejemplares se crían sueltos y alimentados básicamente con trigo, cebada y
habas.
La afición a la red de Aitor, unida al interés que despertaba su granja entre
amigos y familiares, le llevó a crear una página web sobre su explotación y a
instalar cámaras.
"Los sábados y domingos siempre venía mucha gente a nuestra cuadra para ver a
los animales. La historia de internet siempre me ha parecido muy interesante y,
al ver que la granja suscitaba tanto interés, pensamos que podíamos sacarla
fuera", explicó Aitor, quien trabaja en el mantenimiento de su explotación junto
a su mujer, Arantza Apraiz.
"Muchos granjeros de Estados Unidos tienen páginas web sobre sus granjas
familiares, pero hasta ahora no he conocido a ninguno que utilice 'webcams",
aseguró.
Este padre de dos niños, de 10 y 8 años de edad, no oculta que se ha visto
sorprendido por el éxito de una iniciativa que, según recalcó, ha requerido de
una inversión "importante, aunque inferior a lo que cuesta un tractor nuevo".
Ahora, la familia Solozabal Apraiz estudia la posibilidad de atender pedidos a
través de su página web, que ya cuenta con sus primeros anunciantes.
La incursión de este vizcaíno en el mundo de la ganadería fue casual. Aitor
Solozabal trabajaba con una furgoneta como repartidor en la localidad de Elorrio
cuando decidió, hace 18 ó 19 años, comprar su primera vaca.
"A mí siempre me había gustado el tema de los animales, aunque en mi familia
nadie se dedicaba a ello. Algunos tienen un perro y a mí me dio por comprar una
vaca y luego otra y otra. Con el tiempo, compré unas tierras y ahí empezó todo",
apuntó.
Su mujer abandonó hace año y medio su puesto en una oficina para dedicarse por
entero al cuidado de los animales.
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