Con esta decisión Nueva Jersey se suma a otros cuatro estados
que ya han actuado de manera similar en Estados Unidos.
La ley, aprobada la pasada semana por la Legislatura estatal,
otorga a individuos que viven en pareja de forma estable derechos como el de
visitas hospitalarias o a tomar decisiones cruciales en asuntos de salud en caso
de emergencias.
"Ha llegado por fin el momento en que podemos garantizar a
estos individuos derechos civiles básicos que merecen", señaló McGreevey.
Aquellos individuos que cumplan con los requisitos
establecidos en la Domestic Partnership Act, entre ellos cohabitar y compartir
las finanzas, podrán reclamar también deducciones fiscales por dependientes,
entre otras ventajas.
Richard Codey, líder demócrata en el Senado estatal y uno de
los patrocinadores del proyecto del ley, señaló que la novedosa norma
"reconoce a parejas comprometidas que no han podido casarse por cuestiones
legales o financieras y les da el respeto e igualdad que merecen".
La ley otorga a la pareja de un trabajador dependiente del
estado acceso a ciertos tratamientos de salud y a pensiones por jubilación.
El compañero sentimental del empleado de una empresa privada
o de una entidad pública a nivel local o de condado, también puede acceder a
dichos beneficios si sus empleadores lo solicitan.
Loretta Weinberg, representante demócrata en la Asamblea
estatal y también impulsora de la ley, resaltó además la relevancia que esta
medida tiene para las parejas del mismo sexo.
"Es una victoria para las parejas del mismo sexo y para las heterosexuales de
más edad no casadas", señalo la legisladora y resaltó que les ayudará a
superar los desafíos diarios durante su vida en común.
Para acogerse a los beneficios de la ley, los individuos
deben ser mayores de 18 años en el caso de las parejas del mismo sexo o de 62
años en las de heterosexuales, y deben presentar una declaración formal de
cohabitación en los registros locales correspondientes.
La nueva legislación, que entrará en efecto en seis meses, difiere no obstante
de aquella que afecta a los casados en lo relativo a derechos sobre la propiedad
y en cuanto a derechos y responsabilidades sobre los hijos.
Respecto del primer asunto, los bienes de uno de los miembros
en una pareja de hecho siguen siendo individuales y sobre ellos no tiene derecho
automático el otro compañero, a diferencia de lo que puede darse en el
matrimonio.
Por otra parte, por el hecho de vivir en pareja ninguno de
los individuos adquiere o pierde derechos sobre los hijos, mientras que en el
matrimonio ambos cónyuges poseen derechos y obligaciones iguales respecto de los
hijos habidos durante la relación.
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