Ésta permite lanzar discos en donde las canciones que
se reproducirán en un equipo tradicional se encuentran protegidas, mientras las
computadoras pueden usar una “segunda sesión”, por lo general con canciones en
formato WMA con derechos digitales que impiden la copia.
Pero ahora los músicos que han sido editados de esa forma reclaman que se les
pague más dinero. Es que por lo general el pago de los derechos se hace con un
cierto valor por canción, y por lo tanto ahora los compositores sostienen que se
les debería pagar doble. Desde ya, las discográficas no tienen ningún interés en
perder más margen de ganancias, y se encuentran negociando el tema.
Según Macrovision, el desarrollador de la tecnología del “double session”, hasta
ahora unas dos mil millones de canciones han sido distribuidas con su
tecnología. Si se toma en cuenta que los músicos en Estados Unidos cobran de 7 a
8 centavos por canción incluida en un disco compacto, las consecuencias
económicas para las discográficas podría ser importantes, si que finalmente
deben pagar.
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