Agencias - En octubre de 2002, un error del centro de
Swamwick provocó que un Boeing 747 de la compañía británica Virgin
Atlantic y un Boeing 767 de la estadounidense Delta Airlines
estuviesen a punto de una colisión frontal mientras sobrevolaban Gales.
El sistema de emergencias de la cabina alertó del peligro al
piloto de la Virgin, quien cambió de rumbo bruscamente, lo que provocó que una
mujer saliera despedida y se rompiera un tobillo.
Ese vuelo, procedente de Nueva York, se dirigía a Heathrow,
el aeropuerto más importante de Londres y el de mayor tráfico del mundo.
El controlador aéreo que operaba en ese momento en Swanwick
manejaba dos datos erróneos y, a pesar de que creía que conducía a los aviones a
destinos distintos, en realidad los dirigió hacia un posible choque frontal.
En un momento concreto, uno de los aviones se encontraba 30
metros encima del otro y a menos de tres kilómetros de separación lateral, lo
que viola la normativa aérea, pero otros controladores se dieron cuenta del
error y variaron a tiempo los rumbos.
En su número de mañana, martes, la revista "Computer
Weekly" afirma que los Servicios Nacionales de Tráfico Aéreo (NATS) del
Reino Unido modificarán a fondo el software que se utiliza en Swanwick para
evitar futuros errores.
La oficina de la NATS ha confirmado que el mes que viene se
realizarán los cambios, que "incluirán un amplio diseño y programas de
prueba".
El semanario también afirma que el piloto de la Virgin valoró
en su día el riesgo de colisión como "alto".
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