Con ese propósito se reunió hoy en la ciudad española de
Barcelona un grupo de representantes políticos y técnicos de estas ciudades para
celebrar un primer encuentro de trabajo conjunto.
Las ciudades españolas de Barcelona y San Sebastián, Bruselas,
la finlandesa de Tampere, Quito, las brasileñas de Sao Paulo y Porto Alegre;
David, en Panamá, y la región chilena de Maule, participan de este proyecto de
cooperación internacional, que cuenta con una financiación de 4,34 millones de
dólares dispuestos por la UE.
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, recibió a los
participantes en el Cibernarium, un espacio de "alfabetización y
divulgación digital" en el que el ayuntamiento ofrece cursos a estudiantes,
empresarios y profesionales, que disponen de una sala con computadores
conectados a la red para que los usuarios puedan validar los conocimientos
adquiridos.
Este proyecto de cooperación pretende transferir la
experiencia del Cibernarium a los socios participantes, y producir programas de
televisión, interactivos multimedia de autoformación y audiovisuales de
divulgación telemática.
"Es imprescindible que se incorpore a la sociedad de la
información el máximo número de personas porque aquellos que no tengan acceso a
las nuevas formas de información tampoco tendrán acceso al desarrollo y a la
prosperidad", dijo la presidenta de la empresa municipal Barcelona Activa,
Maravillas Rojo.
En Bruselas, el presupuesto del programa será destinado
prioritariamente a los inmigrantes, artesanos en reconversión y a pequeñas y
medianas empresas.
San Sebastián tiene previsto contribuir a expandir el acceso
a Internet y a generar contenidos formativos, otorgando preferencia a las
mujeres, a los desempleados y a los estudiantes.
Tampere pretende seguir trabajando en sus programas de
alfabetización y divulgación digital, mientras que la ciudad panameña de David,
capital de la provincia de Chiriqui, espera facilitar el acceso a las nuevas
tecnologías a trabajadores inmigrantes en el campo, trabajadores del sector
público y a los artesanos.
En Maule, a 300 kilómetros al sur de la capital chilena, el
presupuesto asignado por la UE será utilizado para renovar los programas
formativos de su red de centros de Internet, mientras que Porto Alegre empleará
los audiovisuales y productos multimedia en un nuevo centro que desarrolla en su
distrito tecnológico.
El Observatorio Metropolitano de Quito y 18 de sus centros de
servicios comunitarios se beneficiarán del proyecto, así como la red de
telecentros de los barrios periféricos de Sao Paulo.
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