El perjudicado pide que el imputado le pague veintinueve mil
euros por daños y perjuicios, descubrimiento de secretos de empresa, daños
contra la
propiedad ajena, estafa. coacciones. Esos son los cargos sumados a los que se
enfrenta un joven de Sabadell, F.J.T.R., de 31años acusado de "piratear" la
página web de Eurovisión de un terrassense. El asalto telemático se produjo
en abril de 2002.
La acusación particular, en representación del damnificado,
Daniel Aragay. solicita que el imputado sea condenado a tres años de prisión y
multa de veinticuatro meses, a sesenta euros de cuota diaria (43.200
euros), por un delito de daños contra la propiedad ajena; a otros tres años, con
una multa de 32.400 euros, por el delito de descubrimiento de secretos de
empresa; a otra multa de 43.200 euros, por estafa y a seis meses de prisión por
coacciones.
La calificación del ministerio Fiscal es diferente, más tibia
en petición de pena: solicita tres años de prisión y una multa de 10.800
euros por un delito de descubrimiento de secretos; otra multa de ochocientos
euros por una falta de estafa y una tercera sanción económica de 320 euros por
una falta de coacciones. El fiscal deja para la determinación en ejecución de
sentencia la cantidad con la que el acusado debe indemnizar a la víctima. La
acusación particular dice que F.J.T.R. debe pagar al perjudicado veintinueve mil
euros por daños y perjuicios.
El acusado y Aragay habían trabajado juntos en una empresa. Tras romper la
relación laboral llegaron los problemas. Según el fiscal, en abril del 2002, con
la efervescencia de popularidad recobrada por el festival de Eurovisión a
resultas del gran éxito de "Operación Triunfo", se produjo el acto de piratería.
Aragay gran entendido en el festival musical que estuvo presente de jurado en la
primera edición de "Operación Triunfo", era el titular de la web
eurofestival.net, muy popular entre los aficionados a Eurovisión. En abril del
2002, el acusado se sirvió de datos de Aragay para dirigirse a Terra, proveedor
de acceso de Internet, "corno si se tratara del señor Aragay", y solicitó nuevas
claves para cambiar el acceso del correo que a su vez controlaba el aceso a la
página web. Especificó, prosigue el fiscal, que las claves debían
remitirse a una dirección domiciliaria de Sabadell.
Alegó que Aragay le había dado su autorización y consiguió
que el cartero, conocido suyo, le entregase los sobres cetificados.
Tenía las claves y modificó el acceso de la página y del email, impidiendo que
el titular controlase tanto la web como su correo. Añade el fiscal que el
imputado "sustituyó la página de inicio de eurofestivaLnet por otra en la que,
sobre un fondo blanco, se indicaba que la página estaba desactivada" para volver
a activarla se necesitaban del público aportaciones monetarias.
El acusado puso un número de cuenta bancaria de una empresa
de la que era apoderado, pero el fiscal no considera probado que la
recaudación fuese mayor de veinte céntimos.
Cuando Aragay supo de lo ocurrido, el acusado le dijo vía correo electrónico
que debían solucionar el asunto "antes de que se decidiera a vender el dominio".
La acusación particular, representada por los abogados Sebastián de Juan y
Javier García Mallol, sostiene que esa coacción es delito y no falta.
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