Si se corroboran las sospechas iniciales del gobierno sobre
ETA podría beneficiar al Partido Popular, que ha desarrollado una dura campaña
contra el grupo armado, dijeron
analistas.
Si en cambio gana terreno la creencia de que detrás de los atentados estuvo la
red islámica Al Qaeda, muchos españoles podrían señalar al PP por atraer el odio
de los musulmanes tras apoyar a Washington y Londres en la invasión de Irak.
"Asumiendo que fue ETA, la interpretación emocional obvia es que hará que la
gente apoye al partido con la línea más dura contra ellos", dijo el profesor de
ciencias políticas Josu Mezo.
"Si fue un grupo extremista islámico, como Al Qaeda, el que perpetró el ataque,
todo cambiaría. Pero es realmente imposible predecir eso por el momento",
añadió.
El candidato del PP a la presidencia, Mariano Rajoy, contaba con ventaja en las
encuestas que se realizaron en los días previos, sobre el líder del Partido
Socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, consiguió la prosperidad
económica, pero causó la ira de muchos compatriotas con su estilo agresivo y su
apoyo abierto a la invasión de Irak, encabezada por Estados Unidos.
Si se cumplen los pronósticos de los sondeos de intención de voto que
precedieron a los atentados, la única interrogante en la elección sería si el PP
ganará por segunda vez una mayoría absoluta o si se verá forzado a realizar
alianzas para permanecer en el poder.
AUMENTAN INTERROGANTES
Sin embargo, los atentados del jueves añadieron un nuevo y sorprendente
ingrediente a la campaña, que se paralizó de inmediato. Asimismo, aumentaron las
interrogantes sobre cuál sería el resultado de las elecciones en las que están
habilitados para votar 32,6 millones de personas.
En la noche del viernes, Aznar llamó a manifestarse bajo el lema de "Con las
víctimas, con la Constitución, por la derrota del terrorismo", lo que causó una
polémica.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV), que gobierna la casi autónoma región,
consideró la referencia constitucional como innecesaria y con motivos políticos,
dado el deseo de los nacionalistas vascos y catalanes de un mayor poder de
gobierno e incluso la independencia, asuntos candentes en la elección.
Los analistas dicen que la magnitud sin precedentes de los atentados ha tenido
tal impacto en los españoles que su reacción en las urnas sería difícil de
prever.
Si el responsable fuera ETA, lo que el grupo armado vasco negó el viernes, según
medios locales, ¿no habría una reacción contraria cuando muchos se pregunten si
no se trata de una evidencia del fracaso del PP para contener al movimiento
separatista?
Y si fue Al Qaeda, ¿no podría también provocar una reacción contra el status quo
- el gobierno - como castigo a su posición hacia Irak?
Hasta el 90 por ciento de los españoles se opuso a la guerra hace un año y dos
terceras partes quieren ahora que los efectivos del país abandonen Irak, según
encuestas.
Rodríguez Zapatero ha prometido retirar a los 1.300 soldados españoles de Irak
si las Naciones Unidas no asumen el control para mediados de año. Se espera que
Rajoy continúe la política de Aznar si gana.
Pero sobre todo las especulaciones sobre las elecciones del domingo estaban dos
días antes lejos de las mentes de los españoles, que trataban de asimilar el
horror de los atentados.
"Mis pensamientos están ahora con los muertos, no puedo comenzar a pensar acerca
de las consecuencias electorales", dijo el analista Juan Díez. "Nunca hemos
tenido nada tan terrible como esto, es imposible decir cómo reaccionará el
pueblo español".
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