"Tengo el convencimiento de que se producirá el
descubrimiento de los culpables y que pagarán por ello. Y quiero pedirle al
Gobierno que informe, con la mayor diligencia posible", declaró José Luis
Rodríguez Zapatero en rueda de prensa.
El Gobierno privilegió desde el principio la hipótesis de que los atentados
fueran obra de ETA, pero el descubrimiento de una furgoneta con siete
detonadores y una cinta en árabe con versos del Corán en Alcalá de Henares
llevaron a las autoridades a abrir otra línea de investigación.
Las incógnitas aumentaron cuando se conoció la existencia de una carta
supuestamente de un grupo relacionado con Al Qaeda asumiendo la responsabilidad
de la sangrienta acción en Madrid en una carta enviada a un diario árabe con
sede en Londres.
"El futuro se tiene que escribir con más unidad, con más determinación y sin
duda alguna con una información que se comparta permanentemente por todas las
fuerzas políticas", afirmó el líder socialista, solicitando que el lunes sean
convocadas las fuerzas políticas.
Zapatero, que no quiso entrar en polémica sobre el uso de la información por
parte del Gobierno, subrayó que en este momento la principal preocupación deben
ser las víctimas y pidió una masiva participación en las manifestaciones de esta
tarde en toda España.
"No voy a hacer ninguna otra valoración en este momento contra la secuencia de
la información. Hoy es un día de luto, de dolor", declaró.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró en una comparecencia
anterior que el Ejecutivo había aportado toda la información disponible en cada
momento sobre los atentados.
"No es este el momento para establecer consecuencias políticas de una u otra
autoría del atentado de ayer, tiempo habrá", insistió Zapatero tras ser
preguntado sobre si el Gobierno debería dar explicaciones sobre su posición ante
la guerra de Irak si Al Qaeda resultara ser la responsable de los atentados.
Manipulación informativa
Quien fue más preciso en las acusaciones al Ejecutivo fue el
secretario de Organización socialista, José Blanco, quien ante un grupo de
periodistas se ratificó tras la rueda de prensa en la idea de que el Gobierno
retuvo ayer la información sobre la cinta en árabe encontrada en la furgoneta
implicada en los atentados hasta que no tuvo más remedio que hacerla pública.
"Van a intentar evitar que se conozca toda la información al menos hasta que el
domingo pasen los comicios", añadió.
En fuentes socialistas se indicó a Europa Press, por otro lado, que el PSOE
dispone de distintas informaciones que apuntan a que la autoría del atentado fue
de un grupo islámico y no de ETA, y que ha habido distintas comunicaciones
oficiosas desde el Gobierno vasco al partido en ese sentido, algunas de alto
nivel.
Zapatero, en la conferencia de prensa, reiteró que la
principal preocupación debe ser ahora las víctimas de los atentados, poniendo
toda la energía en darles consuelo y máxima solidaridad y amor. El lunes, una
vez celebrados los comicios, indicó que las fuerzas políticas "deben ser
convocadas a un esfuerzo unitario, para plantarle cara, con toda la
determinación y resolución, a los asesinos".
Es más, el líder socialista indicó que si hubiera sido presidente del Gobierno
en vez de Aznar ya habría reunido a todos los grupos para darles y compartir
información en directo sobre los atentados, para establecer un diálogo continuo
y hacer una declaración conjunta de unidad y solidaridad a las víctimas y
"establecer un rumbo conjunto ante lo que es un desafío nacional".
Zapatero, quien indicó que Aznar habló ayer dos veces, para darle la misma
información que luego ofreció el ministro del Interior en sendas comparecencias
públicas, insistió en que la ciudadanía quiere información rápida y tiene
derecho a ello, por lo que espera que el Ejecutivo no haga lo contrario.
"El PSOE estará a la altura de lo que quieren los españoles, que es seriedad y
unidad", subrayó, tras indicar que su compromiso es escribir el futuro "con más
unidad" que hasta el momento, y mantuvo la propuesta de que se convoque a todas
las fuerzas tras las elecciones para compartir una estrategia conjunta frente al
terrorismo.
Advirtiendo que no era una afirmación crítica, insistió en que "quizás hubiera
sido conveniente" que el Gobierno hubiera convocado una reunión del Pacto
Antiterrorista. Sobre los lemas de las manifestaciones, dijo que no era una
cuestión que le importara demasiado, argumentando que en todo caso serán "el
corazón, el dolor y la solidaridad".
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