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Especial
Atentado 11
M |
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Uno de los carteles de la nueva campaña lanzada por el
gobierno británico: "Who owns this bag?" (¿De quién es este bolso?).
(foto AP) |
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El miedo se apoderó de importantes capitales europeas,
recordando la época posterior al 11 de septiembre de 2001. La única
particularidad es que ahora el peligro descendió del aire para amenazar a los
trenes y al metro, medios usados a diario por millones de habitantes del viejo
continente.
La reivindicación de Al Qaeda de los ataques de Madrid incrementó la alarma en
Gran Bretaña, país que sería objetivos de la red islámica. La inteligencia
británica se pregunta ahora: ¿dónde golpearán la próxima vez? Los servicios
secretos están preocupados porque los atacantes en Madrid organizaron un
atentado sin despertar grandes sospechas. Un funcionario del MI5 (servicio
secreto nacional británico) sostuvo que la logística y la organización
estratégica de la embestida podría ser aún más compleja que la del 11 de
septiembre.
Una encuesta difundida ayer por el diario "Evening Standard", para la que se
consultó a mil londinenses, reveló que el 69% cree que Londres "será el próximo
blanco de atentados". El 54% pidió que el premier, Tony Blair, se aleje de la
"guerra contra el terrorismo". Mientras, el 87% "se siente inseguro en la
capital y acusa al gobierno por no hacer lo suficiente en materia de protección
antiterrorista".
El sondeo se dio a conocer el mismo día que las autoridades anunciaron nuevas
medidas para incrementar la seguridad en el Tube o metro de Londres -por el que
a diario circulan tres millones de pasajeros-, y en el sistema de trenes
suburbanos y autobuses. La primera es el despliegue de miles de policías de
"incógnito", facultados para detener y registrar a sospechosos.
El gobierno pidió a los ciudadanos estar atentos ante la presencia de paquetes o
valijas abandonados. Para esto, en el metro se desplegaron grandes carteles con
la pregunta: "¿De quién es este bolso?", frase acompañada de un número de
teléfono al cual llamar ante la presencia de objetos sospechosos. Además se
instalaron cámaras de circuito cerrado en las principales estaciones, que ayer
fueron patrulladas por cientos de policías con perros y equipos antibombas.
Mientras tanto, Francia anunció ayer que mantendrá en el alto la alarma en
aeropuertos y estaciones de trenes. Según el vocero del gobierno, Jean-Francois
Copé, hay alarma roja para trenes y aviones, y naranja para el resto del país.
Francia puso en marcha el plan Vigipirate, con cuatro niveles de peligro (en
orden creciente: amarillo, naranja, rojo y escarlata).
El gobierno de Francia venía siendo extorsionado por un misterioso grupo, el AZF,
que amenazó con volar las vías férreas incluso antes de los ataques en Madrid.
El gobierno determinó aumentar el personal de seguridad en las estaciones e
incrementar los controles de equipaje de mano.
En Italia, cuatro mil policías se sumaron a los doce mil que habitualmente se
dedican a la vigilancia de los "objetivos sensibles", mientras expertos en
terrorismo preparan un informe sobre las medidas que se adoptarán en los
próximos días.
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