En su persecución, el conductor, un artesano de 35 años, se
pasó un semáforo con luz roja e invadió un espacio reservado para peatones.
Aunque estuvo a punto de matarlo, el asustado peatón resultó ileso.
El incidente, ocurrido el pasado lunes, recién fue dado a conocer ayer por la
prensa gala, a casi una semana de ocurridos los atentados de Madrid, cuando
todavía la tensión es muy alta.
En su argumento, el imputado dijo a los jueces que su acción fue consecuencia de
un lapsus, y lo atribuyó a la tensión creada por los recientes acontecimientos
internacionales.
Pero sus explicaciones no fueron suficientes para convencer al Tribunal
Correccional de la ciudad de Montpellier (sureste de Francia), que decidió
castigar al paranoico automovilista a tres meses de prisión exentos de
cumplimiento.
Asimismo, la corte dictaminó que el conductor deberá seguir un tratamiento
médico y pagar, al presunto Bin Laden, una indemnización de 500 euros (372 mil
pesos) en concepto de daños y perjuicios por el mal rato sufrido.
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