Jamal Zougam, uno de los principales sospechosos por
la investigación sobre la masacre en Madrid, fue señalado por Rabat como
presunto implicado en el atentado de Casablanca del 16 de mayo de 2003.
Al menos otros cinco sospechosos marroquíes, de los que dos
estaban ya encerrados antes del 11 de marzo, habían sido objeto de una petición
de búsqueda internacional y señalados, a través de fotografías, a la Policía
española, según precisó esta fuente marroquí.
Se trata de Abdelaziz Benaiche y de Hichan Temsamani Jad,
arrestados en España después de los atentados de Madrid y de otros tres hombres
marroquíes, cuyos nombres habían sido citados en relación con los atentados de
Casablanca del 16 de mayo: Adil Fayach, Ahmed Baruichi y Mustafá
Barakti.
No ha sido posible saber si alguna de estas personas figura entre los cuatro
nuevos ciudadanos árabes arrestados ayer en España, de los cuales uno estaba
implicado en los atentados de Casablanca, según fuentes policiales españolas.
"Nuestra petición de extradición de estos dos sospechosos ha chocado contra
un rechazo español injustificado", declaró a France Presse un responsable de
la Policía marroquí que quiso mantener el anonimato.
En el caso de Jamal Zougam, que comparece desde ayer ante la justicia de Madrid,
la alerta fue dada por Marruecos por primera vez el 20 de abril de 2003, antes
de los atentados de Casablanca, y una segunda vez en junio, después de los
atentados y debido a que había regresado a España, donde reside, precisó la
misma fuente.
Rabat indicó que Jamal Zuogam, un marroquí de 30 años, era "particularmente
peligroso", según se explicó el miércoles en Rabat.
Mohamed Bekkali y Mohamed Chaoui, arrestados en Madrid el pasado 13 de marzo en
el primer grupo de cinco sospechosos, residen en España desde su infancia por lo
que es competencia de las autoridades españoles explicar "quiénes son", según
otra fuente autorizada.
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