"Es esencial que nos quedemos al lado del pueblo
iraquí mientras emprende el proceso que le llevará a un gobierno independiente",
declaró Bush.
Rodríguez Zapatero confirmó su intención, tal y como anunció durante la
campaña electoral, para el caso de que se mantuviera la actual situación
internacional sobre la ocupación del país tras la invasión. Además, dejó claro
que los atentados del jueves en Madrid no influyen en esta decisión, porque ya
estaba comprometida en el programa electoral del PSOE.
Por su parte, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, aseguró hoy que "lo
ideal" para su homólogo socialista "es que la ONU se haga cargo" de la situación
en Irak. "Si la ONU no se hace cargo, creo que no conviene en política exterior
tomar decisiones precipitadas", sostuvo en declaraciones a la Cope.
El ministro británico de Defensa, Geoffrey Hoon, se declaró favorable a
una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Irak que pueda
convencer a Rodríguez Zapatero de mantener las tropas españolas en el país.
"Lo que he entendido de su posición es que retirará las tropas si no hay nueva
resolución de la ONU antes del 30 de junio", declaró Hoon.
"Naturalmente, apoyaremos fuertemente, y en ello trabajamos, una nueva
resolución. Espero que podamos convencer al nuevo Gobierno español para discutir
su contenido", añadió.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, sostuvo
que "nadie debe pensar que si un país se opone a la guerra, a la intervención
militar en Irak, es menos susceptible de ser el blanco de Al Qaeda y de estos
terribles fanáticos".
Mientras, un miembro del Ejecutivo iraquí, Mahmud Alí Osman, minimizó las
consecuencias de una eventual retirada del contingente español, afirmando que "la
seguridad de Irak no se verá afectada". Este kurdo independiente, miembro
del Consejo de Gobierno transitorio, afirmó que "para Irak, la retirada de
1.300 soldados no tendría consecuencias sobre la seguridad".
En principio, el contingente español integrado en la Brigada 'Plus Ultra II',
que manda el general Fulgencio Coll, debe ser relevado de a mediados del próximo
mes de abril, previsiblemente con José María Aznar aún como presidente del
Gobierno en funciones. El contingente español está formado por cerca de 1.300
efectivos. La Brigada 'Plus Ultra' --que manda España y bajo cuyo mando hay
batallones centroamericanos-- se integra en la División Multinacional Centro
Sur, bajo mando polaco.
Que dice el Programa electoral del PSOE
El programa con el que el PSOE concurrió a las elecciones el pasado 14 de marzo
señala, en lo que concierne a Irak, que la presencia de tropas españolas
desplegadas en el país sólo se mantendrá si es Naciones Unidas quien organiza el
tránsito hacia un nuevo gobierno iraquí surgido de unas elecciones libres.
"Es necesario que el pueblo iraquí recupere cuanto antes el control sobre su
propio país. Esta tarea sólo la podrá conseguir Naciones Unidas con el apoyo de
toda la comunidad internacional dotándola de la autoridad política necesaria
para organizar el tránsito hacia un nuevo gobierno surgido de las elecciones
libres", recoge el texto.
"La presencia de las tropas españolas desplegadas en Irak --añade--sólo se
mantendrá sobre la base del cumplimiento de estos requisitos". En idénticos
términos se expresaba el pasado 10 de marzo el diplomático y posible ministro de
Exteriores, Miguel Angel Moratinos, durante una conferencia organizada
por el Instituto Elcano
El ex enviado especial de la UE para Oriente Próximo dejaba claro que la
presencia de tropas españolas sólo se mantendría sobre la base del cumplimiento
de los requisitos mencionados y "en cualquier caso, si no se consigue
devolver a Naciones Unidas la centralidad de todo este proceso antes del 30 de
junio, regresaran a nuestro país".
"Y lo hemos señalado de manera clara, si tenemos la confianza de los
ciudadanos, exigiremos que las tropas se mantengan sólo si existe un marco de
recuperación institucional de Irak -y la aprobación de la Constitución
provisional es una buena noticia- y del papel fundamental de la ONU", decía
Moratinos.
El apartado de política exterior del programa del PSOE, cuyo ponente fue el
secretario de Política Internacional de la Ejecutiva socialista, Manuel Marín,
refleja la postura del partido sobre la intervención en Irak y sus consecuencias
políticas.
Así, además de denunciar la ruptura del modelo de política exterior o que la
guerra fue ilegal y se fundó en una acumulación de falsedades, el PSOE pone de
manifiesto que la gestión de la posguerra ha sido un "gran fracaso
diplomático y militar".
"Terminada la guerra, el mundo es más inseguro, la inestabilidad en la región
ha aumentado y el proceso de paz está al borde del colapso", resume el PSOE,
para quien las consecuencias políticas del conflicto han sido "devastadoras"
al haber dividido a la Unión Europea, socavado la credibilidad de Naciones
Unidas y dañado la relación transatlántica. "Y sobre todo --agrega--- ha
abierto una gran brecha en la opinión pública árabe que puede tener graves
consecuencias en el futuro".
Durante la campaña, Zapatero insistió en los mítines en que
la fecha límite era el 30 de junio si antes Naciones Unidas no era la autoridad
encargada de organizar el proceso político. Sólo en un par de ocasiones se
limitó a anunciar el regreso de los soldados españoles sin mencionar a la ONU.
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