Agencias y redacción - La película de Mel Gibson "La Pasión
de Cristo", que ha sido un fenómeno taquillero en Estados Unidos, se estrenó en
Europa y Oriente Medio esta semana, precisamente cuando se celebra el Viernes
Santo, recordatorio de la muerte del Mesías.
La película, que presenta la flagelación y crucifixión de
Jesucristo con detalles sangrientos fruto de la imaginación de una beata
alemana, se ha beneficiado de la publicidad previa al estreno
gracias a extensos reportajes de prensa en Estados Unidos.
La proyección del filme en estas dos regiones, cuya historia ha estado marcada
por guerras religiosa, ha generado reveladoras reacciones de críticos, clérigos
y cinéfilos.
El peso de la historia real es indiscutible. En Alemania, país de donde
es originaria la inspiradora intelectual del filme, católicos y protestantes
realizaron una declaración junto a la comunidad judía en la que advirtieron que
el filme podría incitar al antisemitismo. En algunos medios se
insiste que la película se nutre de las tradicionales celebraciones que en
algunos lugares se practican en torno a estas fechas sin aportar ninguna
novedad.
En Suiza, un oasis moderno de tranquilidad, las iglesias cristianas se
pusieron de acuerdo en que la película "va a ser olvidada rápidamente en
cuanto se desvanezca la excesiva publicidad de los medios".
Influenciada por el catolicismo tradicionalista de Gibson, "La Pasión" ha
estremecido a Italia, Irlanda y Polonia, bastiones históricos de la iglesia
católica y donde los movimientos más conservadores cuenta, como en España,
con una gran influencia.
Animados por comentarios positivos del Vaticano, sacerdotes católicos en esos
países han recomendado el filme con entusiasmo y algunos han hecho reservas en
grupos para sus congregaciones.
"Sin duda, (es) una gran película (...) sangrienta y hermosa a la vez",
dijo el influyente semanario Irish Catholic.
Los cines portugueses han estado repletos. En España, donde la gente aún
está trastornada por los atentados del 11-M, el diario ABC publicó una columna
titulada "Mel Gibson y la pornografía", describiendo la reacción de un monje que
calificó el filme como degradante. El estreno en España
tuvo lugar el viernes 2. El fin de semana atrajo a medio millón de
espectadores a las salas atraídos por las recomendaciones que llegaban desde los
medios católicos y de organizaciones de carácter conservador (Comunión y
Liberación, Opus Dei, Legionarios y grupos acólitos: ecristians, hazteoir).
Sin embargo, la llegada del periodo vacacional de la Semana Santa ha reducido
significativamente la afluencia de espectadores a las salas donde se proyecta,
aún a pesar del mal tiempo que ha obligado a anular algunas de las procesiones
tradicionales en esas fechas. En Francia, donde
la población es mayoritariamente laica, la iglesia católica acusó a la película
de ser potencialmente antisemita y de distorsionar las enseñanzas del Vaticano.
Los críticos dijeron que se trataba simplemente de mal cine.
En Irlanda del Norte, la Iglesia Libre Presbiteriana, del revolucionario
reverendo Ian Paisley, se quejó de que la película esté siendo "publicitada
fuertemente por la Iglesia Católica" para ganar conversos.
La Iglesia Evangélica en Alemania se lamentó de que Gibson "enfocara la
virtud (religiosa) del dolor en el aspecto externo del sufrimiento de
Jesucristo".
"Es descaradamente grotesco. Me dieron ganas de vomitar", dijo Gunnar
Staalsett, el obispo luterano de Oslo.
"La pasión" encabezó esta semana la taquillas de Gran Bretaña. Cuatro iglesias
anglicanas en Kent donaron 37.000 dólares en entradas con la esperanza de atraer
gente a Jesucristo.
"Estamos compitiendo por la atención de la gente contra cosas como el
desastre del 11 de septiembre y el trasero de Kylie Minogue. Por lo tanto, no
vamos a atraer gente con una venta de artículos donados", dijo Russ Hughes,
de una en una de las cuatro iglesias.
Líderes judíos en toda Europa manifestaron su preocupación por la poco
halagadora representación de los judíos en la película, ya que consideran que
podría impulsar más los sentimientos antisemitas que están resurgiendo en el
área.
Ningún distribuidor se ha atrevido a proyectar la película en Israel, lo que ha
impulsado a los curiosos a descargar copias pirateadas de la producción de
Internet. |