Durante el año 2002 fueron 175.312 los aparatos robados en
España. Unas acciones delictivas que se repite en todo el territorio europeo.
Esta situación ha llevado al Gobierno central y a la Unión Europea a aprobar
medidas con la intención de paliar los efectos producidos por el hurto del
aparato de telefonía, aconsejando la utilización de dispositivos antirrobo.
Sin embargo, sólo los menores de 25 años están
concienciados de este hecho, ya que a un 15 por ciento de los consultados de
esta franja de edad les preocupa más la pérdida del móvil que la de ningún otro
objeto, frente al 1 por ciento de las personas mayores de 55 años de edad,
según las conclusiones de una una encuesta realizada por Card Protection
Plan (CPP) en el ámbito europeo.
Esta tomó una muestra
representativa de 3.000 europeos a quienes se les mostró una relación de efectos
personales entre los que tenían que elegir cuál de ellos les preocupaba más
perder o que les fuese sustraído. Mientras que la cartera
o las tarjetas de crédito ocupaban la primera posición con un 15% de respuestas,
los terminales móviles solo obtuvieron un 4% de respuestas afirmativas, por
"debajo de la alianza", señala un responsable de la firma.
Sin embargo, las respuestas no fueron del
todo iguales y si bien los jóvenes fueron los más preocupados por la perdida del
terminal este hecho apenas significa un grave problema para los mayores.
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