El informe, realizado a 500 pequeñas empresas europeas, revela
que en España el 51 por ciento de estas compañías se han visto
infectadas por algún virus en el último año, y un 21 por ciento
fueron atacadas en concreto por el virus SoBig el pasado verano.
Un 22 por ciento de las empresas europeas ha tenido que parar su
actividad durante horas para recuperarse de un virus, porcentaje que
en España se reduce al 16 por ciento de las empresas, y que en otros
países asciende hasta el 50 por ciento, por ejemplo en Francia.
A pesar de la amenaza de los virus, tan sólo un 19 por ciento de
las empresas encuestadas actualizó su software antivirus en el
último año, y en concreto en Alemania, un 11 por ciento de estas
compañías trabaja sin contar con ninguna protección antivirus,
asegura el informe.
España, por su parte, es el país más concienciado, ya que un 73
por ciento de las entidades actualizan su software antivirus cada
semana.
Por otro lado, el 24 por ciento de las entidades en España no
sabía que sin la protección adecuada una ciber-infección podría
enviar correos a todos los contactos de la libreta de direcciones.
El estudio también expone que un 26 por ciento de las empresas
encuestadas en España no sabía que su conexión a Internet podía ser
secuestrada por un hacker y ser desviada a una línea telefónica de
tarifas elevadas.
Sin embargo, el 83 por ciento de las compañías españolas conocían
la posibilidad de que datos personales, como el código de la tarjeta
de crédito y contraseñas del sistema, podrían ser robados y
utilizados sin su conocimiento.
El volumen de "spam" (correo basura) atascado en las cuentas de
correo electrónico ha crecido hasta tal punto que una de cada seis
personas encuestadas admitieron que les causa grandes dolores de
cabeza, que gritaron a los compañeros de trabajo o a la pantalla del
ordenador como consecuencia de recibir grandes cantidades de correo.
Como conclusión, el informe expone, que a pesar de las amenazas,
el 52 por ciento de las entidades españolas (el 43 por ciento de las
europeas) sitúan el ciberdelito entre los puestos más bajos de su
lista de prioridades, mientras que un 21 por ciento (un 22 por
ciento en Europa) asegura que no invertirá en seguridad en Internet
en 2004.
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