Mucha gente alrededor del mundo está desconforme con Microsoft y su sistema
de licencias. Esto se debe a que solo el usuario final que compró el software
originalmente está autorizado a utilizarlo, lo cual no siempre es posible si
vendemos o regalamos nuestra vieja computadora.
Para explicarlo cierta manera, tomaremos como ejemplo el donar
nuestros Pentiums (I,II o III) o antiguos 486. Si las entregamos a una
ONG, la misma debería comprar un paquete totalmente nuevo
de software para cada computadora, ya que el acuerdo inicial con el gigante del
software no le permite hacer uso de las licencias
del anterior poseedor del equipo. Pero el problema no solo radica en el
hecho de que se le exigiría a esta institución no lucrativa que invierta
cantidades enormes de dinero en un software que acabaría comprando miles de
veces, sino que también existe el problema de que no se puede instalar, por
razones obvias, en equipo antiguo y con pocas prestaciones en
cuanto a memoria o HD el único Windows a la venta legal hoy en día, es
decir, el XP.
En diversas ocasiones Microsoft ha intentado hacer frente a
esta situación. En una de las ocasiones exigió a una organización australiana a
que comprará nuevos paquetes del sistema operativo y de las aplicaciones para
los equipos que había recibido. Finalmente desistió de sus pretensiones e
incluso le regaló a la institución 150 paquetes de Windows 95 y 10 computadoras
restauradas como “gesto de buena voluntad”.
Microsoft se ha dado cuenta de su problema, y pretende solucionarlo mediante un
sistema de Licencias Abiertas para ONGs. El mismo
consiste en que la organización deberá comprar tan solo un paquete completo del
software en cuestión y una licencia para cada una de las máquinas (como mínimo
cinco) en las cuales se quiera instalar ese mismo software. Esto reducirá
notablemente el costo que representa a las caridades. Sin embargo, este método
ideado por Microsoft solo cubre licencias para versiones actualizadas de Windows
98 y 2000. Además, la empresa debe estar registrada como una sin
animo de lucro dentro de los Estados Unidos, y no puede exportar sus
licencias.
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