Un portavoz del fabricante ya anunció que serán llevadas
a cabo investigaciones dirigidas para esclarecer lo sucedido, principalmente si
la batería del terminal era original o pirata.
El dueño del terminal afirmó ante las cámaras de televisión que estaba
atendiendo el teléfono, y en el momento en que colgó, el terminal se deshizo en
pedazos.
Según el portavoz de Nokia, el fabricante estuvo en contacto con las autoridades
y ya confirmaron junto a las mismas que se trata de un terminal modelo 3310.
En los últimos meses surgieron diversas noticias de terminales que explotaron, y
la causa de todas ellas había sido siempre atribuida a baterías no originales.
En este caso concreto, el terminal fue adquirido en segunda mano. |