Zapatero toma su primera decisión: ordena el regreso de las tropas de Irak "en
el menor tiempo posible"
El presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que ha ordenado el
regreso de las tropas españolas que se encuentran en Irak "en el menor tiempo y
con la mayor seguridad posibles" ya que no es previsible que la ONU apruebe una
resolución que cumpla las condiciones planteadas.
"En el menor tiempo posible"
podría suponer esperar al menos un mes, según explicaron fuentes del Ejecutivo
tras recordar que es esencial actuar con la máxima seguridad debido a las
dificultades que existen para hacer efectiva la retirada.
Ese deseo de seguridad es el que
ha llevado a anunciar la decisión esta tarde por sorpresa, cuando se lleva
trabajando en ella más de un mes y ya se ha comunicado a todas las fuerzas
políticas y a los aliados que están en Irak, entre ellos Estados Unidos, el
Reino Unido y otros miembros de la UE y los países iberoamericanos.
Rodríguez Zapatero, en su
primera declaración pública como jefe del Ejecutivo, apuntó que la decisión
responde "antes que nada" a su voluntad de "hacer honor" a su palabra, puesto
que hace más de un año se comprometió públicamente a ordenar el regreso de las
tropas si llegaba a La Moncloa, en el caso de que la ONU no se hiciera cargo de
la situación política y militar en Irak.
Según explicó, tanto las
manifestaciones públicas de los principales actores implicados en el conflicto
como los contactos que ha mantenido durante el último mes el hoy ministro de
Defensa, José Bono, "no aportan suficientes indicios que permitan prever una
variación sustancial" en la situación "en los plazos previstos y en el sentido
reclamado por el pueblo español".
El despliegue de las tropas
españolas en territorio iraquí comenzó en agosto de 2003 y en estos momentos
trabajan en el país alrededor de 1.300 efectivos integrados en la brigada Plus
Ultra.
La orden de regreso se da en
pleno relevo de efectivos, que, según las previsiones iniciales, debería
continuar mañana con un vuelo desde Almería.
El líder del PP, Mariano Rajoy,
quien fue informado por Rodríguez Zapatero, consideró que la decisión ha sido
adoptada "con precipitación" y hace a España "mucho más vulnerable y débil
frente al terrorismo".
Según manifestó en conferencia
de prensa, la retirada supone "tirar la toalla" antes de agotar las
posibilidades en la ONU, hace "poco fiable" a España, es "insolidaria" con los
países comprometidos con Irak y deja "a su suerte a los iraquíes".
La primera reacción
internacional llegó desde Estados Unidos; minutos antes del anuncio en La
Moncloa, la consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, explicó que su
Gobierno esperaba esa decisión y aseguró que a pesar de la retirada de los
españoles "todavía habrá una coalición vibrante y fuerte sobre el terreno".
Más tarde, el portavoz del
Consejo de Gobierno iraquí, Hamed Cifai, expresó su esperanza de que España no
haya tomado la decisión de irse por temor al terrorismo porque, dijo, "España es
una democracia y el terrorismo ataca a las democracias, tengan o no tropas en
Irak".
El portavoz del PSOE en el
Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue el encargado de informar a los portavoces
de todos los grupos parlamentarios y la mayoría mostraron su apoyo a la decisión
adoptada.
Rodríguez Zapatero, que informó
personalmente a Rajoy y al coordinador de IU, Gaspar Llamazares, comunicó al
presidente del Congreso, Manuel Marín, su deseo de convocar un pleno urgente
para abordar la cuestión en la Cámara.
Fuentes parlamentarias no
descartaron la posibilidad de que ese pleno se celebre antes del próximo jueves,
fecha de la sesión solemne de apertura de la legislatura que será presidida por
el Rey.
La vicepresidenta primera del
Gobierno y ministra de la Presidencia, María Teresa Fernández de la Vega, se
encargó por su parte de comunicar la decisión a los presidentes de todas las
Comunidades Autónomas.
Desde el inicio del conflicto
bélico que derrocó a Sadam Husein, el 20 de marzo de 2003, trece españoles han
muerto en Irak: dos informadores, ocho agentes del Centro Nacional de
Inteligencia (CNI), dos militares y un guardia civil (EFE)
Trece españoles han muerto
en Irak desde el inicio, el 20 de marzo de 2003, del conflicto
bélico que derrocó al régimen de Sadam Husein: dos informadores,
ocho agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), dos
militares y un guardia civil. Los dos informadores, el periodista
Julio A. Parrado y el cámara de televisión José Couso, murieron
durante la intervención militar, mientras que el resto de las
víctimas perecieron durante la posguerra, que empezó el 1 de mayo de
2003, cuando el presidente de Estados Unidos, George W. Bush,
declaró el fin de las "operaciones militares de envergadura" en
Irak.
El atentado más sangriento sufrido por españoles en el país árabe
tuvo lugar el 29 de noviembre de 2003, cuando siete agentes del CNI
fallecieron y otro resulto herido leve después de que un grupo de
insurgentes atacaran los dos vehículos en los que se desplazaban a
la altura de la localidad de Lutaifiya, 30 kilómetros al sur de
Bagdad.
Además de estas víctimas mortales, al menos ocho integrantes de la
brigada "Plus Ultra" han resultado heridos como consecuencia de
ataques armados, cinco de ellos el 11 de febrero de 2004 cuando la
patrulla regresaba al cuartel general y los otros tres el 8 de abril
en una emboscada en Diwaniya.
Cronología:
- 7 de abril 2003.- Muere Julio Anguita Parrado, enviado del diario
"El Mundo", al impactar un misil iraquí contra un centro de
operaciones de las tropas estadounidenses al sur de Bagdad.
- 8 de abril 2003.- Fallece el cámara de Telecinco José Couso como
consecuencia del proyectil lanzado por un tanque estadounidense
contra una planta del Hotel Palestina, en Bagdad, donde se alojaban
numerosos periodistas que cubrían el conflicto.
- 19 de agosto 2003.- Fallece el capitán de corbeta Manuel Martín-Oar
en un atentado con coche bomba contra la sede de la ONU en Bagdad,
ataque en el que murieron 24 personas. Trabajaba como adjunto del
embajador Miguel Benzo en el Consejo de Cooperación Internacional,
organismo dependiente de la Autoridad Provisional de la Coalición.
- 9 de octubre 2003.- Asesinado en la puerta de su domicilio, en el
barrio bagdadí de Al Mansur, el sargento primero del Ejército del
Aire José Antonio Bernal, agregado del Centro Nacional de
Inteligencia en la Embajada española en Bagdad.
- 26 de octubre 2003.- Muere en Diwaniya el sargento del ejército de
tierra Luis Puga Gandar, de 29 años, como consecuencia de un disparo
fortuito efectuado por un compañero cuando preparaba su arma
reglamentaria.
- 29 de noviembre 2003.- Fallecen siete agentes del Centro Nacional
de Inteligencia (CNI) -los comandantes de Tierra Alberto Martínez
González, máximo responsable del CNI en Irak, Carlos Baró Ollero,
José Merino Olivera y José Carlos Rodríguez Pérez; los brigadas de
Tierra José Lucas Egea y Alfonso Vega Calvo; y el sargento primero
del Aire Luis Ignacio Zanón Tazarona- y uno resulta herido leve. Se
trata de un ataque de la resistencia iraquí contra los dos vehículos
en los que se desplazaban, a la altura de la localidad de Lutaifiya.
Los agentes, que resistieron media hora el ataque con granadas y
fusiles del que fueron objeto, cumplían una misión de reconocimiento
previa al relevo de cuatro de ellos, que iban a regresar a España
próximamente.
- 4 de febrero de 2004.- Fallece en Madrid el comandante de la
Guardia Civil española Gonzalo Pérez García, herido el 22 de enero
de 2004 de un disparo en la cabeza en Irak, mientras participaba en
una operación antiterrorista, junto a la Policía iraquí, en la
localidad de Hamsa. El oficial, que era jefe de Seguridad de la
brigada "Plus Ultra" II, en Diwaniya, había sido repatriado el 23 de
enero a Madrid, donde permaneció en estado de coma "irreversible".