Esta dolencia se da principalmente entre las personas que pasan
más de ocho horas delante del monitor de una computadora y se manifiesta
mediante el enrojecimiento de los ojos, lagrimeo, cansancio ocular, cefaleas,
dolores musculares, mareos y vértigo entre otros. Los cálculos de los expertos
estiman que un tercio de la población juvenil será miope en el año 2020, según
informó Servimedia.
Los especialistas achacan esta patología a los problemas
derivados de la ubicación de los equipos informáticos en el lugar de trabajo o
estudio. Factores como una mala iluminación o una insuficiente resolución de la
pantalla del ordenador favorecen la aparición de este tipo de dolencia.
Esta patología se puede manifestar de diferentes formas. Aunque los
síntomas más típicos son los siguientes: |
Visión borrosa, visión doble, fatiga, fobia a la luz o lagrimeo.
Sequedad, ojos rojos, pesadez y olor oculares.
Rigidez y dolor de hombros, cuello, espalda,
brazos, muñecas y mano.
Picor en la cara, cara rojiza, hinchazón.
Cefaleas, náuseas, mareos y vértigo. |
Además, el Instituto vasco de Salud Laboral considera que tampoco hay que
obviar que circunstancias como los reflejos, los brillos o la mala ventilación
de la sala pueden incidir sobremanera en la gestación del síndrome.
Perjudiciales son también la suciedad de la superficie del monitor o la
acumulación de calor en el espacio donde se encuentra la pantalla.
A este respecto, los oftalmólogos aconsejan que el monitor esté inclinado hacia
atrás cinco o diez grados respecto a la vertical, porque la tendencia del
usuario es a trabajar con la cabeza un poco más baja de lo habitual. También
apuntan a que los contenidos que aparecen en la pantalla deberían estar un poco
por debajo de la línea de la mirada.
En cuanto a la iluminación ambiental, los expertos aconsejan que la luz no se
base en un solo fluorescente porque produce un parpadeo inapreciable, por lo que
lo ideal es que haya más de una fuente, cambiando las dos a la vez cuando se
funda una de ellas para garantizar la homegeneidad de ambas luces.
Finalmente, los estudios revelan que esta patología puede obedecer también a
defectos oculares mal corregidos como la miopía, hipermetropía, astigmatismo,
presbicia, insuficiencia de convergencia o el mal uso de las lentes de contacto.
Tampoco son desdeñables otros factores como el estrés y el estado de salud
general del trabajador o estudiante.
Para evitar la aparición de este síndrome, los expertos
defienden que se siga los siguientes consejos de fácil aplicación: |
Es conveniente visitar al oftalmólogo para
conocer un diagnóstico profesional y descartar cualquier otra patología.
Él será quien decida cómo corregir los defectos ópticos y visuales que
pueda padecer el paciente, o el que controle el buen uso de lentes de
contacto o recete lágrimas artificiales y soluciones hidratantes.
No olvidarse de la
verificación del estado físico general para descartar otras patologías que
puedan manifestarse con síntomas similares al Síndrome del ordenador. En
este punto, hay que tener en cuenta que determinados problemas
psicológicos pueden generar una sensación de fatiga ocular. También
episodios de estrés o menopausia provocan consecuencias similares.
El Colegio de
Optometristas de Galicia explica que es importante vigilar algunos
tratamientos médicos en curso con psicotropos, antihipertensivos,
colirios, antihistamínicos o contra el acné. |
Una vez acotadas y descartadas
estas circunstancias, el Síndrome del Ordenador se combate por cuenta del
trabajador o estudiante, sobre quien recae la tarea de vigilar una serie de
cuestiones relacionadas con el lugar físico en el que se ‘enfrenta’ a la
computadora y de cerciorarse de que las condiciones ergonómicas que caracterizan
su empleo sean las adecuadas.
Desde Osalan certifican las
ventajas de seguir estas indicaciones para prevenir la aparición de este
síndrome: |
Trabajar con un ambiente con un grado de
humedad ambiental adecuado, entre un 40% y un 65%.
No abusar de la
calefacción ni del aire acondicionado.
Evitar fumar y el humo de
tabaco porque irrita los ojos.
Situarse frente a la
computadora con una iluminación indirecta.
Evitar los reflejos de las
ventanas.
Parar 10 minutos por cada
hora frente al ordenador.
Utilizar un sillón
ergonómico y una mesa adecuada en altura.
El borde superior de la
pantalla debe estar a la altura de los ojos del usuario, con un ángulo de
30º y a un mínimo de 50 centímetros de distancia.
Utilizar filtros
antirradiación en el monitor.
El fondo de la pantalla
conviene que sea blanco y las letras negras, para que exista contraste y
no se fuerce la vista.
Usar una pantalla de buena
calidad. |
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