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Telefónica de España y los 5.000 locutorios abiertos en nuestro país pugnan por
hacerse con el negocio derivado de las llamadas internacionales de los
inmigrantes que viven aquí.
Un mercado que alcanza los 2,5 millones de
potenciales clientes y que mueve cada año más de 300 millones de euros, sólo en
llamadas. Telefónica ha tenido que cambiar su estrategia y facturar las llamadas
extranjeras según países, con rebajas de hasta el 45% en aquellos que tienen
mayor colectivo de inmigrantes en nuestro país.
Por su parte, los grandes bancos
y cajas también intentan hacerse con el negocio de las remesas y envío de dinero
al extranjero, que el año pasado facturó más de 2.000 millones de euros.
Cada día cerca de 500.000 inmigrantes se acercan a algún locutorio para hablar
por teléfono o Internet con sus familiares o enviarles productos o dinero. En
algunos casos, los locutorios se han asociado a grandes multinacionales como
Money Gram o Norwest Union para realizar los pagos en los países de origen. Las
llamadas telefónicas suponen el 40% del negocio de los locutorios.
La lucha que mantienen estos locales y Telefónica por el mercado de llamadas
internacionales ha logrado reducir de forma drástica el precio por minuto a
muchos países. A comienzos de abril, Telefónica anunció una nueva estrategia
comercial para sus llamadas al exterior: facturará las llamadas según los países
de destino y no por zonas geográficas como hasta ahora. Con ello trata de ser
más agresiva en aquellos países que cuentan con mayor colonia de inmigrantes en
España tales como Ecuador, República Dominicana, Colombia, Marruecos y algunos
del Este de Europa como Polonia y Rumania. Por ejemplo, en el caso de la
República Dominicana la rebaja establecida por Telefónica ha sido del 45%.
Impagos
Curiosamente, muchos de los locutorios abiertos se han convertido en los mejores
clientes de Telefónica al comprarle miles de líneas y minutos de conexión cada
año. Sin embargo, en el pasado, alguna de las mayores empresas del sector dejó a
la operadora un importante agujero de 20 millones de euros que acabó en los
tribunales. Los impagos de los locutorios llegaron a hacer provisionar 95
millones de euros a Telefónica en su día. En otras ocasiones, los locutorios
ofrecen precios bajos al contratar grandes volúmenes de llamadas con
multinacionales que gestionan redes de fibra óptica transatlánticas como
la británica Cable and Wireless o la
estadounidense Global Crossing.
Bancos y cajas también han comenzado a reaccionar y competir con los locutorios
y agencias de cambios de divisas en el negocio del envío de dinero de los
inmigrantes a sus países de origen. Banesto lo ha hecho comprando la empresa
Cambios Sol, una de las más veteranas; La Caixa con acuerdos directos con varios
bancos de Latinoamérica, y SCH y BBVA creando oficinas especializadas abiertas
en barrios con gran población inmigrante. Correos también ha llegado a un
acuerdo con la multinacional Western Union para realizar envíos de dinero en sus
oficinas. |