El no va más en calzado deportivo: la zapatilla, que se
llamará "Adidas 1", tiene un microchip bajo el arco del pie para asegurarse de
que no está demasiado suelta o apretada.
Cada segundo, un sensor en el talón realizará una lectura del
terreno, mientras que el chip llevará a cabo los consiguientes cálculos. Un
minúsculo motor eléctrico se encargará de tensar o desajustar el zapato.
A pesar de que incluye un procesador, un sensor a baterías y
un motor eléctrico, el calzado es ligero y grácil, según la compañía.
Los zapatos incorporarán unos botones, diodos luminosos para
indicar cuál es el ajuste en cada momento y se venderán con un CD Rom con
instrucciones donde se explica, entre otras cosas, cómo cambiar las baterías.
"Tenemos el primer calzado capaz de adaptarse en tiempo
real", dijo Christian DiBenedetto, científico de la división norteamericana de
Adidas, con sede en Portland (Oregón), al diario "The New York Times".
Hasta ahora, las zapatillas más punteras habían utilizado
cámaras de aire para absorber los choques y otras mejoras, pero nada como esto.
De hecho, el "Adidas 1" deja por los suelos al de su
competidor Nike, el Air Jordan XVII, que cuesta la friolera de 200 dólares pero
no es tan "inteligente".
La zapatilla, tiene, además de lo elevado del precio, un
inconveniente: la batería se agota a las cien horas de uso.
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