American Jobs comenzó como una exploración de la muy publicitada
"recuperación sin trabajos". De acuerdo a varias fuentes noticiosas cerca
de tres millones de empleos en la manufactura estadounidense desaparecieron
entre los años 2000 y 2003. Spotts, de 36 años, tomó un descanso de seis meses
de su trabajo como productor de televisión y salió al camino con su videocámara.
"Tenía la corazonada de que la economía norteamericana estaba pasando por un
cambio estructural mas que por un ciclo," comenta. "De manera que fui
directamente al frente de batalla a hablar con las familias mas afectadas."
De Enero a Abril del 2004, Spotts viajó solo por mas de catorce ciudades y
pueblos en ocho estados, entrevistando trabajadores en sus hogares con una
cámara de video digital Panasonic DVX-100 y unas cuantas luces. "El equipo
completo cabe en dos maletas," explica Spotts. "Es el mínimo equipo que puedes
utilizar para hacer una película que se vea decente, y aproximadamente el límite
de equipaje que una persona puede cargar en un aeropuerto."
En sus viajes, Spotts vio de primera mano los nuevos peligros a los que se
enfrentan las familias norteamericanas cuando las multinacionales utilizan mano
de obra barata en otros países para reemplazar trabajos que eran realizados por
norteamericanos de clase media. La película revela experiencias comunes entre
trabajadores de cuello azul y de cuello blanco, y explica como los cambios de
plantas a México y China han sido sido seguidos por cambios en diseño del
producto, ingeniería, programación de computadoras y soporte al cliente.
Mientras algunos políticos y líderes corporativos exaltan las virtudes de la
"competencia" y "eficiencia", el documental de Spotts muestra a las familias que
han quedado atrás, enfrentándose en muchos casos a la bancarrota, ejecución de
hipotecas y a la falta de un seguro médico. Entrevistas con estudiantes de
preparatoria locales, políticos, maestros y el clero complementan cada segmento.
En Kannapolis, North Carolina, Spotts explora el fin de un modo de vida, cuando
un pequeño pueblo manufacturero se enfrenta a la bancarrota de Pillowtex, la
mayor empresa de la zona. En Seattle, WA, empleados de Boeing explican la
práctica de compensaciones, mediante las cuales Boeing le otorga contratos de
manufactura a ciertos países extranjeros a cambio de futuras órdenes de aviones,
teniendo como resultado el desplazamiento de empleados norteamericanos.
Durante la mitad de la filmación, Spotts comenzó a recibir un gran número de
correos electrónicos de empleados desplazados que querían compartir sus
historias. El río de información lo llevó a Orlando, Florida, donde
programadores de Siemens explicaron como fueron reemplazados por trabajadores
Hindúes. Se esperaba que los programadores norteamericanos entrenaran a sus
reemplazos, quienes podían trabajar en Orlando de manera indefinida mediante lo
que BusinessWeek calificó como "un hueco en las visas tan grande como una
mainframe."
La película incluye un segmento que habla acerca de la visita de Spotts a Ciudad
Juárez, México, en el cual ilustra los costos sociales transfronterizos de la
globalización. Se explora una variedad de implicaciones en entrevistas con
economistas, académicos y políticos, incluyendo a los congresistas Robin Hayes
(R-NC) y Hilda Solis (D-CA) y fragmentos del debate del congreso en 1993 por el
NAFTA.
Spotts se encuentra actualmente editando la película en una Apple Powerbook, y
espera poder completarla el 15 de julio del 2004. También estará disponible un
soundtrack que incluye canciones originales inspiradas por la película. Spotts
exhibirá la película durante una gira a nivel nacional en septiembre y octubre,
incluyendo las ciudades en las cuales fue filmada: Boston, Nueva York,
Washington DC, Seattle, Kannapolis, Orlando, Los Angeles y Ciudad Juárez,
México.
Para ver fragmentos de la película puede visitar www.americanjobsfilm.com
El blog del cineasta se encuentra en http://americanjobsblog.typepad.com/main/
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