El estudio en cuestión indica que la salud de los usuarios de esa
nueva telefonía empeora bajo la influencia de las radiaciones UMTS,
lo que no es el caso con la tecnología GSM. "Si un nuevo estudio
independiente confirmase esos resultados, la Oficina
Federal del Medio Ambiente pedirá al Gobierno que exija una
drástica reducción de los valores límite de los rayos no
ionizantes", declaró un portavoz de esa entidad.
Los preparativos en curso para la introducción de esa nueva
tecnología podrían resultar malas inversiones, motivo por el cual la
Oficina del Medio Ambiente ha pedido a la Comisión de Comunicaciones
que revise los plazos y condiciones de cobertura UMTS para los
concesionarios.
El estudio, encargado a la Escuela Politécnica y la Universidad
de Zúrich por la Oficina Federal de la Salud Pública, cuyos
resultados espera la autoridad del Medio Ambiente antes de tomar
medidas está actualmente en fase de preparación, según el Gobierno.
La Comisión Federal de Comunicaciones no quiere bloquear por el
momento el montaje de las redes de UMTS. Su presidente, Fulvio
Caccia, argumenta que si el nuevo informe, que se espera para
comienzos de 2005, confirmasen los resultados del anterior estudio
holandés, se revisarán a la baja las prestaciones de esas nuevas
redes.
En diciembre de 2003, una amplia alianza de médicos,
organizaciones ecologistas y de protección de consumidores exigieron
que se aplazase la introducción de la nueva tecnología UMTS,
basándose en el mismo estudio holandés, y reclamaron mayor claridad
sobre el riesgo que supone para la población.
La Comisión Federal de Comunicaciones se opuso a ello
argumentando que Suiza tiene valores límites de emisión de
radiaciones inferiores a los de otros países y que las autoridades
de los países que utilizan ya la tecnología UMTS no la han puesto en
tela de juicio tras la publicación del estudio holandés sobre sus
supuestos riesgos.
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