El diario electrónico, Periodista Digital, denunció ayer
el intento de coartar la libertad de información y expresión por parte del
director de El Mundo, Pedrojota Ramírez, mediante el requerimiento notarial
remitido ayer por la noche a su redacción. |
El motivo de la disputa es la divulgación de algunos detalles
de la relación sexual que mantuvo el periodista con Exuperancia Rapú, y
que él mismo reconoce en su último libro titulado El desquite.
Este suceso llego a ser muy famoso debido a las excentridades
sexuales que protagonizaba el director del segundo diario del país contenidas en
un vídeo ampliamente difundido. Sin embargo y a pesar
de ser reconocidas por el propio director, la publicación de la versión de estos
hechos por parte de la otra protagonista, Exupurencia Rapú, no ha gustado nada a
Pedrojota que ha remitido una acta notarial al editor del diario digital
exigiendo la retirada de estas declaraciones del website:
Teniendo conocimiento de que a través de su
web (sic) site Periodistadigital.com y bajo el título El desquite... de
Exuberancia, se vienen divulgando en Internet, hoy día 7 de junio de 2004,
hechos que afectan a Don Pedro J. Ramírez Codina en cuanto que son gravemente
atentatorios contra la dignidad (art. 8 de la LSSI) y lesionan su derecho
fundamental a la intimidad, reconocido en el artículo 18 de la Constitución, les
requiero expresamente para que adopten de inmediato las medidas necesarias con
el fin de interrumpir la divulgación de tales hechos y retiren esos datos de su
web (sic) site en lo sucesivo, anticipándoles el ejercicio inmediato de acciones
judiciales en caso contrario.
En el mismo sentido les requiero para que en lo sucesivo se abstengan de
transmitir a través de su web (sic) site hechos o datos pertenecientes a la
intimidad de Don Pedro J. Ramírez Codina.
Ldo: Cristina Peña Carles (colegiada núm. 9.271)
Ante lo sucedido, Periodista Digital, ha renovado su juramento fundacional de
cumplir con el deber social de informar y anteponer los derechos de los lectores
a cualquier otra consideración.
Lo más probable es que, a partir de ahora, el asunto quede en manos de los
Tribunales de Justicia quienes tendrán que dirimir la cuestión sopesando el
derecho a la información y el de la intimidad y el honor. |