Durante los seis primeros meses del presente año, Business Software Alliance
(BSA) ha realizado un total de 181 acciones contra empresas españolas que
presuntamente atentan contra la Propiedad Intelectual del Software.
En España, a diferencia de lo que ocurre en otros países, uno de los grandes
focos de piratería de software se halla en el propio canal de distribución,
donde, según estimaciones de BSA, el porcentaje de empresas trabajando en ilegal
es de un 40-45%. Sólo en este sector, y durante estos seis primeros meses del
año, BSA ha remitido un total de 33 casos a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
para su correspondiente investigación y persecución. Según Luis Frutos,
Presidente del Comité Español de BSA, “la piratería dentro del canal de
distribución es un problema alarmante, que se ha incrementado últimamente,
creando un círculo vicioso que impide el desarrollo económico y empresarial
general y en particular del propio sector, destruyendo miles de puestos de
trabajo al año, y castigando al empresario “legal””.
Los datos del último estudio sobre piratería global de software presentado
recientemente por BSA revelan que en España el índice de piratería alcanza un
porcentaje del 44%, con unas pérdidas económicas asociadas de más de 421
millones de euros. Los resultados del informe confirman que la piratería de
software continua siendo un importante reto para la Unión Europea, y la
consultora IDC asegura que el problema está creciendo.
Según el Estudio de IDC, “Expanding Global Economies: The benefits of Reducting
Software Piracy” presentado el año pasado por BSA, si el índice de piratería del
software se redujera en 10 puntos porcentuales en cuatro años, a un promedio de
2,5 puntos por año, el sector español de Tecnologías de la Información podría
crecer un 67 por ciento. Si en el año 2006 el porcentaje de piratería bajara al
39 por ciento el sector tecnológico español podría generar unos ingresos
cercanos a los 18.000 millones de dólares, frente a los 11.000 millones de
dólares de 2002.
Con ese crecimiento, y en el conjunto del período 2002-2006, el PIB español se
beneficiaría con 3.761 millones de dólares adicionales, sería posible crear más
de 6.200 nuevos puestos de trabajo sólo en el sector tecnológico, la industria
local de nuevas tecnologías conseguiría unos ingresos de 2.890 millones de
dólares extras y la Administración lograría 520 millones de dólares adicionales
en concepto de impuestos
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