Michael Moore, el célebre y millonario director de cine,
podría enfrentar sus peores enemigos no en su país natal, Estados Unidos, sino
que en la vecina Canadá, según publicó el diario francés “Le Monde”.
Insospechadamente, el recalcitrante detractor del presidente George Bush
arriesga seis meses de prisión y/o una multa de dos mil dólares por emitir
opiniones en Toronto, a fines de junio, antes de las elecciones federales del 28
de ese mes.
En dicha ocasión, Moore pidió no votar por el candidato conservador, Stephen
Harper, quien a la sazón peleaba codo a codo con los liberales, según los
sondeos.
Moore dijo: “Si él gana, Bush hará una fiesta”.
Finalmente Harper perdió, y el presidente de la asociación de
estudiantes conservadores de Ontario, Kasra Nejatian, de sólo 21 años, puso el
grito en el cielo. Invocó el artículo 331 del código electoral que estipula que
nadie puede incitar a los electores a votar por o contra un bando... a menos que
esa persona sea de nacionalidad canadiense o residente permanente.
Alzó la voz entonces Michael Bradley, alcalde del pueblo de Sarnia -también en
Canadá- y a quien Moore entrevistó para su documental “Bowling for Columbine”.
Bradley presentó una solicitud a la comisión electoral para convertir a Moore en
ciudadano honorario de su pueblo.
Ahora falta que se pronuncie la susodicha comisión
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