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Según un artículo publicado en la edición de septiembre de la revista Mundo
Universitario, la mala fama de los hackers se debe a la confusión en términos y
a la errónea traducción de algunos artículos de los años 80 que los definieron
como los chicos malos de la red, no obstante que significa exactamente lo
contrario.
Refiere que para Raúl Trejo Delabre, autor de La nueva alfombra mágica, "la
nueva mitología del ciberespacio tiene como principales protagonistas a esa
mezcla de genios de la computación, espíritus libertarios y lúdico afán jocoso,
pero en ocasiones también tramposos".
Sin embargo, ninguna definición pone al hacker como un criminal, ya que no crea
virus dañinos de computadoras, pues quienes lo hacen son precisamente los
programadores tristes, inseguros y mediocres, afirma el autos de Hacker Test,
Rich Crash Lewis.
El punto central radica en la confusión hackers-cracker, pues a diferencia del
primero, el segundo sí se dedica a eliminar protecciones lógicas y físicas del
software, y su objetivo normal es desproteger o sacar los passwords de programas
o cuentas comerciales para algún provecho personal.
El error, explica, inicia cuando las nuevas generaciones empiezan a llamarse
hackers entre sí porque han "crackeado" una página web y al difundirse la
noticia, todo mundo da por sentado que quienes lo hicieron fueron los primeros.
La diferencia es básica, indica el documento, el hacker construye, el cracker
destruye.
De acuerdo con el Hacker Test de Richard Lewis, los hackers resuelven problemas
y construyen cosas, creen en la libertad y en la ayuda mutua; es la cultura del
don, brindar a los demás tiempo, creatividad y destreza.
Al cracker se le define también como "phrecker", pirata que se ahorra cuantiosas
sumas de dinero a costa de compañías y usuarios telefónicos; "lammer", que
utiliza códigos-fuentes de otros programadores para beneficio propio sin
mencionar el copyright del autor.
También están los "sniffer" quienes fisgonean en la red para detectar errores en
el sistema; "graffitis", que se dedican a decorar las páginas web con sus
creaciones pictóricas y el pirata informático que copia y distribuye software
ilegal.
En cambio, expone que las cinco tareas para ser respetado por los hackers son:
escribir software en open-source; probar y depurar software open-source;
publicar información útil; ayudar a mantener la infraestructura en marcha y
servir a la cultura hacker.
La públicación menciona que en México opera la policía
cibernética, la cual ha
detectado en nuestros país la existencia de comunidades "cracker" que
desarrollan técnicas para atacar la red vía internet e incluso distribuyen
software con el mismo fin. |