El Gobierno Vasco pidió ayer al fiscal general del Estado que
actúe de oficio contra las imputaciones vertidas por un diario digital al
lehendakari, a quien achacó una enfermedad mental grave que estaría siendo
tratada por psiquiatras. Su portavoz, Miren Azkarate (PNV), aseguró que lo
publicado por 'Periodistadigital.com' excede la libertad de expresión y
constituye un «ataque» inadmisible, informo ayer el diario "El Correo"
En un artículo publicado el pasado 21 de octubre por el citado diario
electrónico en su web, además de afirmarse que el lehendakari padece "un
trastorno bipolar maniaco-depresivo» desde 2003, se asegura que «le tratan
varios psicólogos que, en realidad, son psiquiatras, y que le suministran sales
de litio para, al parecer, que pueda asistir a actos o reuniones, dado que es
incapaz de leer o dirigirse con coherencia a sus interlocutores",
este trastorno es el motivo, explica el artículo, por qué estaba inicialmente
dispuesto a no acudir a la cumbre de líderes autonómicos. Además, citando
a personas cercanas a Ibarretxe, PeriodistaDigital.com aseguraba que
el presidente del Gobierno Vasco "lleva varios meses prácticamente sin hablar
nada", que "tiende a encerrarse en su despacho" y que "sufre
rachas de cierta incoherencia".
Aunque este artículo no había tenido apenas eco más allá de los ámbitos
periodísticos, el Gobierno Vasco le ha dado difusión al pedir la intervención
del fiscal general del Estado para "salvaguardar su honor". Según El Correo y
Diario Vasco, esta institución pública "no puede permanecer muda", especialmente
después de haber intervenido contra Javier Madrazo por presuntas injurias al
Rey. El Gobierno Vasco ha preferido, en cualquier caso, no querellarse
directamente
PeriodistaDigital.com recoge habitualmente informaciones procedentes de otros
medios de comunicación, aunque también suele crear contenidos propios. Su
director, David Rojo, saltó a la palestra hace un año a raíz de su entrevista en
la cárcel con Tony Alexander King, el presunto asesino de Sonia Carabantes y
Rocío Wanninkhof. Rojo, hermano de un conocido reportero de El Mundo, consiguió
entrar en prisión haciéndose pasar por el abogado del detenido.
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