Sin embargo, el éxito de ventas previas de esta consola podría
significar un grave problema para la multinacional de los videojuegos. La firma
anunció que solo podría entregar 1 millón de unidades antes de finalizar el año
para el mercado japonés, lo que obligará a las tiendas a detener el alud de
peticiones que están recibiendo y elegir a quienes entregan las unidades que
reciban.
Mientras se espera el desenlace de este conflicto comercial, la
fiebre DS sigue extendiéndose mientras en Europa no contamos con una fecha de
lanzamiento definida.