AGENCIAS -Junto con el alud de mensajes ofreciendo desde hipotecas
hasta curas milagrosas, ahora se les pide que se arrepientan y recen. "Vemos
cada vez más y más. Parece que va en aumento", dijo Martin Lee, de la empresa de
seguridad de correos electrónicos MessageLabs.
"Los evangelistas están usando técnicas del siglo XXI. Sus 'spam' espirituales,
y casi todos ellos son cristianos", declaró a Reuters.
Las plegarias parecen en su mayoría partir de los nativos angloparlantes en
Estados Unidos.
"Son muy buenos escondiendo de dónde proceden (los mensajes). Un montón de esa
basura se difunde a través de China", dijo Lee.
Lee también afirmó que es más fácil actuar contra los evangelistas electrónicos
en Europa que en EEUU.
"La Ley 'Can Spam' de EEUU sólo se aplica a los e-mails comerciales. Si uno está
intentado salvar su alma, entonces está exento de la ley estadounidense. Pero es
ilegal bajo la ley de la Unión Europea porque no es (un correo) solicitado",
dijo Lee.
Las personas que envían 'correos espirituales' está interesada más en captar
almas que en recaudar dinero.
"Estos son los evangelistas de siempre queriendo propagar su mensaje", apuntó.
En un ejemplo típico, los receptores son advertidos: "La Eternidad es realmente
mucho tiempo. Si tú o alguien cercano a ti no ha aceptado a Dios, por favor haz
algo hoy".
Después llega la oración: "¡Libérame de todos mis hábitos pecaminosos!".
Neil Hammerton, director de la empresa de seguridad informática Email Systems,
dijo: "Esto no proviene de empresas dedicadas a correos basura masivos".
Hammerton agregó que usan bancos de datos de software de spam y de listados de
correos bien conocidos que pueden comprar por tan poco dinero como 35 euros.
"Se sientan al final de la conexión de banda ancha y envían miles de e-mails
durante la noche", dijo a Reuters.
Sin embargo, reconoce que los 'spam' espirituales aún significan menos del uno
por ciento del tráfico de correo no deseado que circula por Internet cada día.
La última revisión realizada por Email Systems indicaba que los contenidos
médicos suponen más del 48 por ciento de todos los correos basura, seguidos por
los contenidos pornográficos (un 15 por ciento), juegos (11 por ciento) e
hipotecas (9 por ciento).
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