El último éxito del grupo, tanto en CD como en DVD, Anywhere But Home, no
porta etiquetas de asesoría a los padres en las que se alerta a los compradores
potenciales de la obscenidad. Según la política del minorista, si ambos
productos las tuvieran, Wal-Mart no lo vendería.
En la demanda, la pareja acusa a Wal-Mart de que sí estaba enterada del lenguaje
en la canción Thoughtless, porque censuró la palabra en una muestra gratuita
disponible en su sitio de internet y en sus tiendas.
Trevin Skeens, de Brownsville, dijo que él y su esposa, Melanie, permitieron que
su hija comprara el disco por su cumpleaños. Dijo que lo escucharon en su auto
mientras regresaban a su casa y que se asustaron cuando oyeron la mala palabra.
La querella, presentada el jueves ante una corte de circuito en el condado de
Washington, busca que el juez emita una orden con la que obligue a Wal-Mart a
retirar o censurar la pieza musical de sus tiendas de Maryland. También busca un
pago de daños y perjuicios de hasta $74,500 para cada uno de los miles de
personas que compraron el disco o el DVD en las tiendas de Wal-Mart en Maryland.
La demanda también acusa a la disquera Wind-up Records LLC, que grabó la pieza y
decidió no aplicar los engomados con la advertencia a los padres, así como a la
distribuidora BMG Entertainment, una subsidiaria de Sony BMG Music Entertainment,
de Nueva York.
El portavoz de Wal-Mart, Guy Whitcomb, dijo que la cadena no tiene planes
inmediatos de retirar los CD de sus tiendas.
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