El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dispuso un plan para desactivar
temporalmente, en un escenario de crisis nacional, la red GPS (posicionamiento
global de satélites) para impedir que esa tecnología pueda ser utilizada por
terroristas.
Así lo indicaron portavoces de la Casa Blanca, que precisaron que el GPS es
fundamental para la aviación y la navegación comercial, pero que el presidente
dispuso la activación por parte del Pentágono de un mecanismo para impedir que
lo puedan utilizar eventuales atacantes de objetivos estadounidenses.
Como una alternativa a esta plataforma creada inicialmente con fines bélicos, la
Unión Europea está desarrollando su propio sistema satelital, denominado
Galileo, con una inversión de unos 5.000 millones de dólares.
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