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Stewart, quien está casi a la mitad de su sentencia de cinco meses en la cárcel por mentir sobre una venta de acciones, pidió a sus seguidores que piensen en las mujeres que ha conocido en prisión, quienes están "carentes de atención, carentes de amor, carentes de familia".

Stewart insinuó que los estadounidenses deberían presionar para que se reformen las directrices federales para sentenciar a delincuentes no violentos que infringen la ley por primera vez, y en particular a quienes son sentenciados por uso de drogas, quienes, dijo, estarían mejor si son rehabilitados y no encarcelados.

Stewart, quien construyó un imperio de miles de millones de dólares con consejos de economía doméstica, reportó que su trabajo en la prisión federal de Alderson, Virginia Occidental, incluye barrer, aspirar y recoger hojas.

"He tenido tiempo para pensar, para escribir, para hacer ejercicio; tiempo para no comer la comida dañina y tiempo para caminar y contemplar el futuro", dijo.

A principios de este mes, su compañía, Martha Stewart Living Omnimedia, anunció que Stewart conduciría un programa diurno de entrevistas en vivo con audiencia en el estudio al iniciar el otoño.

Stewart saldrá de prisión a principios de marzo, para pasar después cinco meses confinada en su casa de Bedford. El programa de televisión iniciará su transmisión después de cinco meses de que su arresto domiciliario haya acabado.

Stewart y su ex corredor bursátil Peter Bacanovic fueron condenados en marzo por mentir sobre la razón por la cual Stewart vendió sus acciones de ImClone Systems Inc. en el 2001, justo antes de que se desplomara su valor. Ambos están apelando la condena.

Abogados de Stewart presentaron el miércoles documentos nuevos en la Corte federal de Apelaciones del Segundo Circuito, pidiéndole revocar su condena. Se espera que la corte de apelaciones escuche el caso a principios del 2005.

Los documentos nuevos, al igual que los argumentos previos de Stewart, dicen que los fiscales de manera improcedente insinuaron que ella estaba acusada de explotación ilícita de información privilegiada, y que un experto en análisis de tinta presentado por la fiscalía mintió en el sillón de testigos.