Un equipo británico de investigadores ha desarrollado un reloj óptico que
triplica la precisión de la medida del tiempo conseguida hasta ahora. Aunque el
sistema puede ser mejorado en el futuro, el nuevo reloj óptico ultrapreciso
provocará una nueva definición del segundo y mejorará las comunicaciones por
satélite y la navegación espacial.
Este nuevo reloj, que opera a unas frecuencias muy superiores a las del reloj
atómico, establece más de 1.15 tics por segundo, lo que afina aún más la
descripción del tiempo porque los períodos de tiempo considerados para la cuenta
de un segundo son más cortos que los conseguidos por el reloj atómico.
La mejora de los sistemas afecta sobre todo a su precisión, ya que mientras más
se mejoran los instrumentos de medición del tiempo, más exactos son los datos
referidos por los satélites y la localización de las naves espaciales.
El hecho de que la investigación británica haya sido financiada por el
ministerio de Comercio y la industria, desvela el interés económico de aumentar
la precisión de la medida del tiempo, que condiciona la excelencia de muchos
productos asociados a las tecnologías de vanguardia.
|