Según la propia empresa, la nueva política responde a temores sobre posibles
acciones legales en su contra. De esta manera, Vispa cerró el acceso a las redes
P2P por defecto, y si algún usuario manifiesta su voluntad de usar este
servicio, debe firmar un acuerdo legal. Así, la compañía hace constar legalmente
que se desentiende de cualquier actividad ilícita que el usuario podría llegar a
cometer mediante el uso de la tecnología P2P. Al utilizar este procedimiento,
Vispa deja en claro que cualquier problema judicial recaerá exclusivamente en el
cliente y no en la compañía.
Al parecer, se trata del primer bloqueo de este tipo que ocurre en el Reino
Unido, ya que el resto de los ISPs no han manifestado este tipo de actitud. A
partir de este caso, muchos se preguntan si habrá otras compañías que imiten la
política de Vispa.
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