Navidad en el Mundo
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Prácticamente cada pueblito en Alemania cuenta con su propio mercadillo
navideño y mientras que muchos abren el negocio desde noviembre e incluso antes,
el mercado de Núremberg, el más antiguo del país, sigue la tradición con rigor:
abre sus puertas el viernes previo al primer domingo de adviento. A juzgar por
el número de visitantes, ningún otro mercado navideño de Europa puede competir
con el de Núremberg. Cada año es destino de más de dos millones de personas. A
la ciudad bávara llegan aviones llenos de turistas esta temporada para disfrutar
del típico ambiente navideño alemán en su zona peatonal.
Especialidades culinarias
Sus
acogedores puestos de venta ofrecen al visitante todo tipo de especialidades
alemanas dulces y saladas. Seduce el aroma de especias de los panecillos
Lebkuchen, cubiertos de chocolate. También puede degustarse el tradicional
pastel de frutas navideño, y abundan los dulces, chocolates y figuritas de
ciruelas secas. Qué decir de la infinita variedad de salchichas a la parrilla
provenientes de las distintas regiones alemanas. Las hay de cerdo, de carnero,
de res y hasta de pollo, y sus sabores, colores y tamaños son tan diversos como
sus ingredientes y manera de preparación.
La
Bratwurst bávara sigue asándose sobre fuego de leña de haya y es servida sobre
platos de estaño, según una tradición que se remonta a 1313. Una buena jarra del
aromático Glühwein, vino tinto caliente con especias, es bueno para aplacar el
frío. La ciudad ha puesto especial énfasis este año en ofrecer a los visitantes
productos fabricados ecológicamente.
Juguetes de madera
Núremberg
tiene también una gran tradición en la fabricación de juguetes. En el mercadillo
se pueden comprar juguetes de madera, exquisitas casitas y cocinas de muñecas de
hojalata. La ciudad es famosa por ser ahí donde fue inventado el lápiz. El
fabricante Lothar von Faber de Stein, fue el primero en Alemania en desarrollar
modernas técnicas de fabricación que convirtieron al lápiz en bien común. Como
centro de producción artística, su fama se remonta a los tiempos de Alberto
Durero y fue ahí donde se fundó, en 1675, la primera academia de arte de
Alemania.
Artes y tradiciones
En los puestos de venta se ve reflejada la tradición artística milenaria con las
obras de artesanos y artistas dentro de acogedoras y pintorescas casitas de
madera. Deslumbran los angelitos de oro, los nacimientos y adornos para el árbol
navideño. Iluminado con brillantes lucecitas de colores, el mercado se encuentra
a los pies del imponente Castillo Imperial, que fue la residencia preferida de
todos los emperadores alemanes, como Federico Barbarossa y Carlos IV. Pareciera
que la edad media sigue viva.
Abundan magníficos edificios religiosos de estilo gótico, como las Iglesias de
San Lorenzo y de San Sebaldo, a las que se llega a través de estrechas
callejuelas. Pero la ciudad es también famosa porque fue ahí donde se celebró,
después de la Segunda Guerra Mundial, el juicio de Núremberg que procesó a los
criminales de guerra nazis. Pocos visitantes saben que algunas tradiciones del
mercado, como el popular espectáculo de apertura, son herencia del
nacionalsocialismo.
Legado de Martín Lutero
Sin embargo, las raíces del llamado Christkindlesmarkt se remontan a tiempos muy
remotos. Precisamente como ciudad imperial protestante, Núremberg estaba
predestinado a ser cuna del mercado navideño. En el transcurso de la
reformación, cuando fue eliminado el culto a los santos, surgió la tradición de
regalar dulces a los niños el día de San Nikolaus. Fue el padre de la reforma,
Martin Lutero, quien pospuso la celebración el día de navidad y dispuso que
fuera el niño Dios quien entregara los presentes a los niños. Desde el siglo XVI
esta tradición se convirtió en punto culminante de la celebración navideña,
mientras que en las regiones católicas durante muchos siglos siguió siendo el
día de San Nikolaus, el 6 de diciembre.
Angelito de carne y hueso
De
esta tradición proviene el nombre del mercadillo Christkindlesmarkt,
representado por un típico angelito que cuelga en el acceso del mercado. Con
suerte puede toparse con su representación de carne y hueso. Por segunda ocasión
este año, Christin Strauber, de 18 años fue elegida para dirigir el saludo de
apertura. “El niño Dios invita a su mercado y quien venga será bienvenido”, dijo
la joven que se dedicará en estos días a visitar hospitales y asilos en todo el
país para llevar saludos navideños de su ciudad natal.
La oficina turística de Núremberg espera ingresos del orden de 67 millones de
dólares durante las ventas prenavideñas. Sobre todo se esperan nuevos visitantes
provenientes de países del Este del continente, de reciente ingreso en la Unión
Europea.
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